Capítulo II

4.6K 450 27
                                    


El sueño aún no me abandonaba del todo, tendría que aprender a no follar hasta tan tarde, cuando tenía que ir a tribunales temprano, por suerte la audiencia había ido bien y ya estaba volviendo a la oficina, donde podría comer algo y beber un buen café.

Apenas puse un pie dentro de mi bufete, mi secretaria me pasó el periódico y una taza de café humeante, definitivamente esta mujer valía su peso en oro -No sabes cuanto te amo Lisa, dije sonriéndole.

-Señor Suppasit, dejé unos documentos en su oficina, dijo ella con una sonrisa, asintiendo abrí la puerta de roble y me senté en mi cómodo sillón, después de revisar mis redes sociales y beber mi adicción favorita, me puse a trabajar.

Unos golpes en la puerta, me hicieron detenerme tiempo después -Señor Suppasit, llegó un cliente del señor Pakorn, pero esté no ha regresado y no contesta su teléfono, dijo la chica con el entrecejo fruncido -El cliente lleva casi una hora esperando.

- ¿Puedes reagendar?, dije sabiendo que no era bueno para el nombre de nuestro bufete, que los clientes creyeran que éramos irresponsables.

-Puedo intentarlo, dijo ella mordiendo su labio -Es sólo que el chico dijo que era urgente, ¿puede atenderlo usted?

-Sabes que con Tul vemos áreas distintas, dije golpeando mi lápiz en la mesa -Creo que puedo tomar los antecedentes, datos necesarios y entregárselos a él cuando vuelva.

Ella asintió y a los segundos la puerta se abrió, dejándome ver a alguien a quien recordaba con mucho cariño, pero que no veía hace años, con asombro vi el cuerpo delgado y esbelto del chico que fue mi primer novio en secundaria, sus rasgos sólo se habían vuelto mas maduros, sin embargo, su belleza era insuperable, sus labios gorditos y bien formados, seguían siendo una tentación, sus cabellos negros y largos, aún eran rebeldes como los recordaba y cuando iba a encontrarme con sus hermosos y brillantes ojos, suspiré frustrado al ver que unas gafas oscuras me privaron de tal placer.

- ¿Mew? ¿eres tú?, dijo asombrado el hombre, con el mismo tono de voz dulce y aterciopelado que recordaba.

-No puedo creer que mi Nong favorito, esté frente a mí, dije con una sonrisa, el saber que Gulf me recordaba, me había llenado de placer, de pronto caí en cuenta, de la pequeña manito que se aferraba a la ropa del moreno, con asombro vi a un pequeño de unos cuatro o cinco años, que sin lugar a dudas era hijo de mi ex novio, ya que, esos maravillosos ojos, sólo podían haber sido heredados de él -Siéntate por favor, ¿en que te puedo ayudar?

-No lo sé del todo, se supone que tenía una cita con Tul Pakorn, dijo el jugando con sus dedos -Pero creo que me dejó plantado.

-Le surgió un imprevisto y no pudo llegar, pero yo puedo ayudarte, dije más rápido de lo que esperaba, la verdad es que mi idea era sólo anotar algunos datos y despedir al cliente con una sonrisa, pero ver a Gulf frente a mí, había cambiado eso -Cuéntame que te trae por aquí.

De pronto el moreno miró a su hijo y mordió su labio - ¿Te molesta si dejo a Type dibujar en ese sillón?, dijo apuntando la esquina más alejada de mi oficina, cuando asentí lo tomó en brazos, sacó de su mochila una croquera y lápices, le susurró algo al oído y lo dejó pintando con una sonrisa, cuando volvió frente a mi me dijo -Me quiero divorciar.

Definitivamente eso era algo en lo que yo no podía ayudar, el experto en divorcios era mi amigo, sin embargo, sólo asentí y me puse a tomar notas -No quiero pensión ni nada, sólo el divorcio, dijo el moreno bajito, supuse que para que su hijo no lo escuchara -Me gustaría pedir que mi marido, no se acercará a nosotros, ¿es eso posible?

Una luz en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora