KEIRE ~Entre Dos Mundos~

✏Capítulo 23✏

_ Tch. Eso es imposible_ susurro incrédula. Brice ríe con picardía y me da un pequeño empujón.

_ Eso ya lo veremos_ responde con seguridad. Estoy a punto de seguir discutiendo cuando Alanna aparece frente a nosotros con lo que parece ser una jarra de metal y comienza a servir su transparente contenido en unos muy pequeños vasos tallados en madera.

Tomo el diminuto vaso que ella me ofrece y lo analizo un momento.
_ Tal parece que aquí el agua se bebe a tragos_ menciono, encogiéndome de hombros antes de acercarlo a mis labios.

_ Es porque no lo es, Lenora... Dame eso_ dice Declan, mientras toma el vaso y lo aleja de mí, reparando en mis labios. Luego sus ojos verdes se clavan en los míos y un brillo destella en ellos.
_ No te hará bien_ termina de decir, desviando la mirada.

_ ¿Por qué? Todos parecen muy tranquilos bebiéndolo_ reprocho, señalando a Eamon, Caeli y Finoa, quiénes se beben todo el contenido de una sola vez.

_ Estamos acostumbrados_ explica Alanna, bebiendo uno ella también. Declan vacía el contenido del vaso que me arrebató y luego sonríe hacia mí.

_ Es extracto de caña rosa, fermenta en el momento exacto en el que se extrae, convirtiéndose en una bebida muy fuerte, incluso para nosotros_ explica, pasando la mano por su desordenado cabello castaño_ Este pequeño vaso bastará para que nos duela la cabeza mañana, así que no sé qué es lo que te haría a ti, sobre todo porque nunca lo has bebido_ dice frunciendo el ceño.

_ Oh... Pues, gracias por salvarme de morir o algo peor..._ pienso que hacer el ridículo sería algo peor.

_ Esto se pondrá interesante..._ menciona Alanna, mirando detrás de mí.

Volteo a ver a Brice, brindando con Kellan y Owen, deseándose suerte cómo si estuvieran a punto de ir a la batalla. Los tres beben de sus vasos a la misma vez y luego gruñen tomándose la cabeza.

_ Es la primera vez que ellos lo beben, es cómo un golpe en la cabeza_ ríe Declan.

Observo cómo rápidamente sus expresiones cambian y comienzan a reírse unos de otros, cayendo al suelo completamente ebrios.

_ Wow, eso fue rápido.

_ Y se pondrá peor_ ríe Alanna, alejándose.

Declan observa el fuego, inmerso en sus pensamientos, sus ojos tornándose de un tenue color oliva.

_ ¿Estás bien?_ indago, posando mi mano en su brazo. Él dirige su mirada al contacto y dejo de tocarlo de inmediato _ Lo siento.

_ No te disculpes_ sonríe débilmente y vuelve a mirar las llamas naranjas.
_ La caña rosa me pone algo melancólico_ confiesa, bajando la cabeza cómo si se avergonzara de ello.

_ Eso no es algo malo.

_ Yo lo considero una debilidad. Todos rebosan de alegría y ríen cuando beben, todos excepto yo_ se queja, dejando salir un pequeño gruñido.
_ Todos los recuerdos de la caída vuelven a mi mente, los gritos, el llanto y el dolor se intensifican_ dice, enseñando los colmillos al momento de que su mandíbula se tensa.

_ ¿Y entonces por qué la bebes?_ pregunto, con obviedad. Declan ríe amargamente y conecta sus brillantes ojos con los míos.

_ Porque soy masoquista_ contesta. Luego aparta su vista y su ceño se frunce con enojo. Algo hace eco en mis oídos y noto que sus latidos amenazan con perforarme los tímpanos, al tiempo que los gruñidos salen de su garganta.

_ Declan_ lo llamo, aferrando mis manos a su brazo izquierdo. Su cuerpo parece tensarse por un segundo y caigo en la cuenta de que lo he vuelto a tocar.
_ Lo siento, de nuevo_ me disculpo, frunciendo mis labios y rompiendo el contacto. Pero él toma mi mano y la vuelve a colocar contra su piel.