✏Capítulo 35✏

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_ Lenora..._la brisa susurra a mi alrededor _ Abre los ojos..._ pide suavemente.

Poco a poco mis párpados obedecen y el bosque de otoño se hace nítido frente a mí.

Doy algunos pasos dudosos, busco por todos lados, pero no hay nada ni nadie allí que resalte más que la predominante paleta de ocres, naranjas y amarillos.

Me detengo, extrañada por la ausencia del sonido de las hojas crujiendo bajo mis pies.
Con lo bien que se siente pisar hojas secas, ¿qué está pasando?.

Dirijo mi vista al suelo, pero para mi sorpresa, mis pies no están allí. Ni mis pies, ni el resto de mí.
Con la creciente desesperación, trato de palpar mi propio cuerpo; pero no estoy.

¡¡NO ESTOY!!

Mi respiración pierde su ritmo normal, y el aire no parece querer entrar en mis pulmones.

¿Dónde estoy? ¿Acaso estoy soñando? ¿Estaré en un verdadero sueño producto de mi imaginación?.

Me obligo a mí misma a relajarme; si es un simple sueño, despertaré en cualquier momento. Tranquila, Lenora.

Inhalo profundamente y exhalo lentamente, aclarando mi mente. No es momento de desesperarse.
Elijo una dirección al azar y comienzo a caminar. O bueno, a desplazar mi conciencia incorpórea por el bosque...?

Escucha lo que dices, Lenora, ahora sí estás completamente loca...

Avanzo lentamente, embelesada de aquél otoñal paisaje... No puedo sentir nada en lo que al tacto se refiere, la brisa no acaricia mi piel, las hojas no crujen contra las plantas de mis pies. Bueno, porque...no estoy...? Uff, esto es tan extraño.

De repente, creo ver algo más allá de los árboles; parece ser una construcción, es...¿una cabaña?
Avanzo con sigilo, con los ojos muy abiertos.

Uy sí, Lenora, no vayan a ver u oír tu conciencia arrastrándose por el bosque... Idiota.

Sacudo esos pensamientos y me dispongo a llegar más rápido a mi objetivo.
Cuando me encuentro a unos pocos metros de la pequeña y rústica casita, noto que también estoy frente al límite que separa otoño e invierno. Y la mitad de la precaria cabaña de troncos parece estar cubierta de nieve.

¿Quién haría tal cosa? Y... ¿Con qué propósito?

Un agudo rechinido llega a mis oídos... Alguien se asoma por la vieja puerta, cubierto por un gran y espeso abrigo de piel; un asesino frío...

Pero eso no es todo. En el momento en que pasa a través del umbral y se yergue completamente sobre su altura, me percato de quién se trata.

_ No puede ser..._ habiendo tantos de estos mal nacidos, tuve que toparme con este.

Haakon cierra la puerta tras de sí. Parece estar a punto de abandonar el lugar, pero algo lo detiene; su cuerpo se tensa y el aire se carga con algo que no había sentido nunca.
Una extraña electricidad recorre todo mi cuerpo, calando hasta lo más profundo de mis huesos.

Él no sabe que estoy aquí, ¿cierto? Ni siquiera estoy aquí, soy invisible y este es mi sueño... ¿Cierto?

La fina argolla de plata brilla en la curva de su oreja cuando gira levemente su cabeza hacia un lado, como si tratase de oír algo.
Los segundos trascurren lentamente, hasta que las comisuras de sus labios se elevan y su profunda risa llega a mis oídos.

KEIRE ~Entre Dos Mundos~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora