✏Capítulo 3✏

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_ Despierta... _ el gélido susurro femenino acaricia mi oído suavemente _ Despierta, Lenora.

Abro mis ojos de inmediato y busco aire desesperadamente, este quema mi pecho en cuanto ingresa, cómo si hubiera estado conteniendo la respiración bajo el agua. Mi cuerpo duele y mi cabeza palpita.

Cuando logro calmarme, levanto mi vista del suelo y noto que estoy rodeada de árboles.

_ ¿Cómo llegué aquí? _ balbuceo para mí misma.

Presto más atención a los detalles. Pinos, estoy rodeada de enormes y frondosos pinos verdes, nada crece a su alrededor, por lo que sólo hay tierra y pinocha debajo de mí. Y al parecer en mi pelo también. Miro mi cuerpo y noto que de nuevo traigo puesta una bata de hospital.

Me siento sobre mis rodillas y miro en todas direcciones. Creo que es de día, pero el bosque es tan espeso que apenas deja pasar algunos rayos de luz entre las ramas.

Me pongo de pié y tomo una dirección al azar. Camino lentamente mientras oigo a las aves cantando entre los árboles.
La brisa mece mi cabello suavemente y creo oír una tenue voz en ella. Miro en todas direcciones, pero no hay nadie allí, y aún así siento que alguien me observa.

Camino en línea recta por algún tiempo hasta toparme con un claro. Un sentimiento de deja vú me invade al ver los rayos de sol cayendo sobre un círculo de hierba y flores azules, y una dolorosa punzada atraviesa mi cabeza. Cierro mis ojos en un gesto de dolor y la dejo pasar.

Vuelvo a abrirlos y me parece ver una figura pasar por detrás de los árboles. Retrocedo algunos pasos y me mantengo alerta.

_ ¿Quién eres? ¿Puedes decirme dónde estoy? _ pregunto con miedo al desconocido. No obtengo ninguna respuesta _ Debes estar alucinando Lenora, ni siquiera el bosque es real, estás soñando... _ trato de convencerme a mí misma.

Nuevamente la brisa se hace presente y estremece mi cuerpo.

_ Lenora... _ una voz susurra mi nombre directamente en mi oído, haciéndome girar asustada.

El viento comienza a formar un remolino sobre las flores azules en la hierba. Me quedo viéndolo cómo a algo hipnótico, y esta vez estoy muy segura de escuchar voces que susurran palabras incoherentes dentro de él.

_ Estás a salvo ahora... _ logro entender una frase, siento cómo mi estómago se encoje y no sé si estoy asustada o impresionada, estoy nerviosa, muy nerviosa, el viento está hablándome ¿o son las flores?
Esto te pasa por hablarle a los objetos inanimados, Lenora, ahora te contestan. Deben ser flores alucinógenas.

_ Estarás bien, no tengas miedo...

Otra frase se hace comprensible para mí y sonrío, no sé por qué le estoy sonriendo cuando mi mente me grita ¡huye!.

De repente, el eco de los ladridos, ya familiares, se escuchan en el fondo del bosque, justo dónde anteriormente ví la silueta pasar.

_ ¡Despierta! _ ordena la voz.

El bosque se desvanece instantáneamente y despierto de un sobresalto en la cama.

_ ¡¡AAAAH!! _ el fuerte grito que se oye a mi lado me hace saltar una segunda vez, seguido de un estruendo metálico de una bandeja estrellándose contra el suelo. Miro atónita a la mujer morena de baja estatura, que por su ropa deduzco es una enfermera, y parece que acaba de tener un infarto. Se toma el pecho con una mano mientras con la otra se sostiene de la pared a su lado. Respira pesadamente y luego me mira sorprendida _ ¿¿¡¡Acaso quieres matarme niña!!?? ¡No se supone que los pacientes en coma despierten de repente y se incorporen así nada más! _ grita molesta y aún alterada.

KEIRE ~Entre Dos Mundos~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora