KEIRE ~Entre Dos Mundos~

✏Capítulo 13✏

Tres días.

Han pasado tres días desde mi último abismo, desde que conocí a Brice. Él no es cómo Gael, no posee ningún poder, es un cazador, dotado de una gran fuerza física y afilados dientes. Una auténtica bestia asesina...

Está claro que a Brice le gusta alardear sobre su raza, pero a pesar de lo muy decorada que pudiera haber estado su historia, estoy segura de que no mentía.
Dado que yo no lograba abismar de vuelta a casa, él se dedicó a contestar algunas de mis muchas preguntas, aquellas que Gael no me había dado tiempo de hacerle, y también dudo que respondiera.

Aunque Brice no mintiera, me consta que debió omitir muchas cosas, cosas que quizá no estoy lista para oír o alguien no quiere que sepa todavía. Las pausas en su relato me decían que trataba de arrojar la mayor cantidad posible de luz a mis dudas, pero sin salirse del margen que alguien superior a él parecía haberle impuesto.

En un par de horas aprendí que; si bien Keire no es el único reino en ese mundo, es el de mayor poderío, o lo fue antes. Según mi nuevo amigo, la realeza de Keire fue atacada hace algunos años por traidores de tierras invernales, hombres despiadados que arrasaron con todo. En un sólo día, asesinaron a la mitad del pueblo, tomaron el palacio y acabaron con toda la familia real.

Desde entonces, los pocos que lograron escapar, se refugian en otros reinos o sobreviven por su cuenta en el exilio, huyendo de los asesinos.
Recuerdo cómo los ojos de Brice se llenaban de lágrimas mientras hablaba, me rompió el corazón.

Sacudo mi cabeza y entro en el restaurante que Hazel me ha mencionado esta mañana.

[FlashBack].

_ No sé por qué quieres conseguir un empleo, Len, ya eres una escritora publicada_ dice, mientras intenta alisar su esponjoso cabello.

Miro mi propio reflejo en el espejo frente a ella y suspiro.
_ No es por necesidad, me siento muy sola y aburrida en este triste departamento, tú trabajas todo el día pero convives con muchas personas, necesito más que sólo escribir para no caer en depresión_ explico dramáticamente.

_ Está bien..._ bufa resignada_ A dos calles de la cafetería hay un viejo restaurante, las propietarias son dos señoras mayores, son hermanas, las dos viudas, pero no viene al caso. Debido a su edad ya no pueden hacer todo solas y están buscando personal, puedo llevarte de camino al trabajo, si quieres_ ofrece, mientras se retoca el maquillaje.

_ Suena bien, gracias, Hazel_ agradezco, revolviendo su cabello recién alisado.

[Fin del FlashBack].

La campanilla de la puerta suena cuando ingreso, es un bonito lugar rústico, rodeado de grandes ventanas que llenan todo de luz natural. Me dirijo al fondo del establecimiento, pasando entre medio de las mesas, dónde algunas personas toman su café matutino.

Apoyo mis brazos sobre el mostrador, que parece ser un tronco gigante, y toco el pequeño timbre campana frente a mí. Nadie aparece, lo toco nuevamente. Otra vez nada.

_ Tendrás que disculparlas, a veces no oyen bien_ dice una voz femenina a mi lado. Volteo y me encuentro con una delgada y pálida chica de cabello negro sentada en un banquillo de madera frente a una mesa, doblando servilletas de papel con sumo cuidado, lleva un hermoso vestido rosa estampado y hay un ramo de flores a su lado.

_ Oh, está bien, esperaré entonces ¿puedo sentarme aquí?_ pregunto, tratando de ser lo más educada posible porque algo me dice que ella también trabaja aquí.

_  Adelante ¿Vienes por la solicitud de personal, verdad?_ pregunta sin mirarme, mientras continúa su labor. Yo sólo asiento con mi cabeza y comienzo a jugar con mis manos sobre mi regazo.