KEIRE ~Entre Dos Mundos~

✏Capítulo 34✏

2/2 🙌
No se vayan a enamorar 😏
Sería ideal si pudieran oír la canción mientras leen 💕.

PD: Mamá, me da un poco de vergüenza que lo leas... Porfi, no me veas raro después de esto 😅, gracias por leer y votar siempre 💕.
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El pelinegro se acerca hasta mí nuevamente y entrelaza nuestras manos, sin separar sus ojos de los míos. Acto seguido, una agradable sensación cosquillea desde su contacto hacia el resto de mi cuerpo, provocando que cierre los ojos.

Una fría brisa acaricia mi piel, creando un gran contraste con la calidez de su cercanía. Al abrir mis ojos, la vista nocturna del muelle me recibe, bañado con la luz centelleante de los incesantes relámpagos de la tormenta que está por estallar sobre nuestras cabezas.
Esta vez puedo sentirla, puedo percibirla casi viva a mi alrededor, su fuerza vibrante en cada fibra de mi ser.

Devuelvo mi vista a hombre frente a mí, topándome con sus profundos ojos grises viéndome con atención. Por algunos segundos sólo nos miramos el uno al otro, mientras algunas gotas de lluvia comienzan a caer sobre nosotros.

Ninguno habla, pero ambos nos movemos al mismo tiempo para sellar la distancia con un beso desesperado. Un relámpago parece desgarrar el cielo y un aguacero se derrama sobre el muelle, empapando todo a su alcance.
Gael tira de mí hacia el interior de un viejo barco pesquero y cierra la puerta detrás de nosotros. El sonido constante de la lluvia en el exterior, crea la sensación de estar aislados dentro de una burbuja.

Cada que el cielo se ilumina, me permite distinguir su rostro en la penumbra; está sonriendo.

_ ¿Te resulta gracioso que estemos en esta situación otra vez?_ interrogo. Él sonríe aún más y niega repetidamente con la cabeza, llevándome consigo hasta que nuestras respiraciones se mezclan.

_ Gracioso no. Perfecto... Tal vez_ aún sonriendo, vuelve a unir nuestros labios en un suave beso.
_ Aún debo cumplir sus deseos, mi lady.

A mi mente llega una larga lista de deseos que me gustaría que este hombre cumpliera, por lo que mis mejillas comienzan a arder de inmediato, obligándome a apartar la vista de sus labios. Lo oigo reír, mofándose de mi reacción.

_ Querías saber lo que siento ¿no? De eso hablo_ aclara, no sin un deje de picardía en su mirada.

_ Sí... Por favor_ siento su mano en mi mentón, incitándome a mirarlo a los ojos, y eso hago.

_ Es difícil, para un octo, enamorarse. No cualquiera puede invadir nuestra mente como tú lo hiciste_ su voz es tan suave como su caricia sobre mi piel, casi hipnótica.
_ Pero, una vez que eso sucede, no hay vuelta atrás. Pude comprobarlo desde la primera vez que te ví... Incluso al borde de la muerte, me pareciste la criatura más maravillosa que había visto en ambos mundos.

Acomoda un mechón húmedo detrás de mi oreja y deposita su mano detrás de mi cuello, acariciando la zona.

>> Me ví envuelto en la apremiante necesidad de cuidar de ti, a toda hora, a toda costa. Me resultaba sumamente difícil mantener la distancia, y ni hablar de fingir que no quería verte; desgarrador_ en su rostro se dibuja una exagerada mueca de dolor, haciéndome reír.

_ Eso suena un poco... Acosador_ pronuncio con fingido recelo, a lo que él ríe y envuelve mi cintura con su brazo, atrayéndome.

_ Dejaría de hacerlo si me lo pidieras, no volverías a verme si así lo quisieras...

_ No, no quiero eso_ interrumpo. El pelinegro me regala otra de sus hermosas sonrisas y continúa hablando.

_ Entonces jamás lo haré, tienes mi palabra de que nunca, por nada de este u otro mundo, me alejaré de ti_ una sensación nueva se apodera de mi pecho y estómago y me provoca sonreír sin control.