✏Capítulo 27✏

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_ ¿Cómo me llamaste...?_ lo inexpresivo de su rostro me saca de mis casillas, sé que me ha escuchado perfectamente. A juzgar por cómo ha reaccionado a mis palabras, me duele darme cuenta de que aquél asesino frío no mentía cuando dijo que Gael era un príncipe y, además, el auténtico heredero al trono de Keire.

Miro al pelinegro fijamente, y me cuesta creer que esos profundos ojos  grises que tantas sensaciones habían despertado en mi interior, sean los mismos ojos que día a día ven el sufrimiento de su pueblo, pereciendo bajo la tiranía de tales inhumanos, y en estos diez años no haya hecho nada por cambiarlo.

_ Dime que no es cierto_ sollozo. No soy capaz de ocultar mi angustia, mi decepción, mi ira, estas ganas de gritar de rabia.

_ Lenora, yo... No es cómo piensas..._ intuye lo que pienso, pero ojalá también pudiera ver las sangrientas escenas que se reproducen en mi imaginación.

_ Cobarde_ no retengo el ácido de mi lengua, no sé qué me sucede, siento mi sangre hervir.
Por un momento, luce herido por lo que he dicho, pero no quiero seguir viéndolo a los ojos. Sin más ánimos de permanecer cerca de él, giro sobre mis talones y me dispongo a volver al auto, pero antes de haber dados dos pasos, su mano se aferra con su inhumana fuerza a mi muñeca.
_ Suéltame_ digo por lo bajo, sin siquiera mirarlo. En los ojos de Hazel hay una interrogación silenciosa, pero le sonrío levemente para tranquilizarla.

_ No. No pienso hacerme a un lado y permitir que me odies por algo que te ha dicho un psicópata desconocido cuando ni siquiera me has preguntado por mi versión de los hechos_ el volumen de su voz apenas es audible para ambos, pero aún así, la ira en sus palabras es palpable.

_ Apostaría mi carrera a que no es un desconocido para ti..._ susurro en respuesta. Oigo cómo aprieta sus dientes a la par de su agarre.
_ Me haces daño_ Gael libera mi muñeca y suspira con pesadez antes de hablar.

_ Para mí no es del todo un desconocido, es sólo que no puedo creer que te fíes de él no de mí_ la desilusión enmarca su rostro cuando me atrevo a mirarlo, y casi logra hacerme sentir culpable. Casi.

_ En ese caso, voy a necesitar tu versión de los hechos. Hasta entonces, conservaré mis conclusiones_ el pelinegro me observa inexpresivo, cómo si quisiera asesinarme aquí mismo y estuviera conteniéndose.

Me consta que no debería de creerle a Haakon, pero hoy en día crees que eres una persona normal en un mundo normal, cuyos únicos problemas constan de un bloqueo de escritor, pagar las cuentas y convivir con una hermana loca, y de repente... ¡SORPRESA! Casi te mueres por perseguir una maldita libreta, y ahora te debates el significado de la confianza con el heredero al trono de un mundo en donde todos tienen dones o colmillos, y no hay perros, ¡¡NO HAY PERROS!!

_ Eh... ¿Len?_ Hazel interrumpe mi batalla interna.
_ ¿Nos vamos?_ ella apunta al auto mientras alterna su mirada entre nosotros con precaución.

_ ¿Qué? ¡Oh, sí!_ doy un paso hacia ella y luego me detengo, giro hacia el hombre detrás de mí, con la intención de decir un par de cosas más que queman en mi garganta. Pero antes de poder pronunciar una palabra, siento cómo coloca su brazo en mi cintura y me atrae hacia él con brusquedad, arrebatándome un inesperado beso. Aún en shock, percibo cómo se acerca a mi oído.

_ Eres jodidamente insoportable_ su voz está cargada de rabia contenida, pero aún así sus palabras me roban una sonrisa.

No. ¡No! Lenora mala, se supone que estás muy enfadada con él.

Carraspeo, hago uso de toda mi voluntad para borrar la estúpida sonrisa de mi rostro y me aparto con dificultad. Su oscura mirada me quema, e incapaz de sostenerla, corro hacia el vehículo y tomo mi lugar en el asiento del copiloto.
Hazel se coloca tras el volante, en silencio.

KEIRE ~Entre Dos Mundos~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora