Capítulo 14

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Con sus ojos cubiertos solo pudo sentir como era cargado por dos figuras hasta que la voz de más personas invadió sus oídos. Escuchaba como hablaban entre ellos, su corazón se apretó dolorosamente al escuchar la voz del mayor presente, la recordaba tan bien que la expresión de malestar que tenía en su rostro no se debía al estar bajo envenenamiento por cadáveres , sino por el feliz y a la vez triste recuerdo que se formaba en su mente. 

- A-Yuan, dame un poco de congee.

"A-Yuan". Se repitió en su mente. Tenia tantos años que no escuchaba su nombre, el nombre de uno de esos tres sonrientes niños que lo acompañaban donde fuera, que lo guiaron junto a los dos hombres que cuidaron de él como un hijo. No pudo evitar dar un bocado al congee para evitar decir el nombre de ese niño y el de su maestro; su garganta ardió y otro buen recuerdo llegó a su mente acompañado de una tenue sonrisa. Era lamentable lo que debía hacer, era lamentable lo que había hecho hasta ese momento, él mismo pensaba que era completamente repugnante, pero no le habían dejado otra opción, no cuando la vida de su familia estaba en juego.

Aún con lo obediente que había sido lo engañaron, estaba más que seguro que después de cumplir con esto ya no le dejarían vivir. Se sentía patético y humillado. Sabía que las miradas de Wei Wuxian y Lan Sizhui estaban sobre él, sabía que estaban analizando su rostro y que no tardarían en reconocerlo. Pero su tiempo no lo permitiría. Sin previo aviso el techo se rompió, con eso sabía que se iba a presentar.

- ¡Sepárense!

Wei Wuxian gritó. No pasó mucho antes de que los gruñidos del cadáver feroz se escucharan, acompañados de el sonido metálico de las espadas chocando y por último las inconfundibles melodías de Chenqing cruzaron el aire. Todo estaba de acuerdo al plan, solo debía esperar un poco.

- ¡Es Song Lan!

Uno de los discípulos exclamó asombrado. Wei Wuxian se acercó un poco más al cadáver, examinándolo cuidadosamente, sus movimientos eran fluidos, aunque su capacidad de razonar le había sido arrebatada, no atacaba sin seguir la forma de pelea de su oponente y defenderse. Su ceño se frunció y a su espalda se escuchó una voz.

- ¿Deberíamos tocar Inquiry?

Un discípulo de la secta Lan habló. Fue mas bien un pensamiento para si mismo que una idea para los demás, pues nadie en su grupo sabía tocar las notas de Inquiry. El cultivo de la música era exclusivo del Clan Lan y algunas sectas pequeñas del área de Gusu, al menos eso era lo que sabían.

- No hay manera, ninguno de nosotros está preparado.

- Yo lo haré.

Todas las miradas se dirigieron hasta el joven de negro. Lan Sizhui observó como los ojos de algunos discípulos de la secta Lan se abrieron de sorpresa. Una leve sonrisa se formó en el rostro del joven que estaba en el suelo, le parecía increíble que hubiera crecido tanto; era una pena que no podría verlo, ni a él, ni a sus hermanos, no podría nunca más.

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Los acordes del guqin cruzaban el aire, las nubes de polvo de cadáveres le obligaban a cambiar de lugar a cada momento y entre todo el caos perdió a su oponente. Los cadáveres feroces le seguían rodeando. La preocupación crecía en su interior, y la pelea anterior solo logro alertarlo más, la técnica de espada de aquel hombre era la misma que el de la Secta Lan, eso lo hacía más complicado. No pudo evitar pensar como su hijo y esposo estarían rodeados por los jóvenes discípulos, en su mayoría de dicha secta, realmente su lema era una completa mentira.

Rompiendo las reglas [ WangXian ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora