Rompiendo las reglas [ WangXian ]

Capítulo 1

Túmulos funerarios, Yiling.
15 años antes...

Wei Wuxian no tenia palabras para describir lo ocurrido, simplemente sabia que se encontraba desnudo, recostado en pecho de Lan Wangji y no entendía como había terminado en esa situacion, no tenia sentido.

No sabía que debía decir o hacer; en definitiva era algo que no estuvo mal, se atrevía a decir que lo había disfrutado, pero seguía sin entender el porque Lan Wangji actuó de esa forma. Aún puede sentir los suaves labios del Lan sobre los suyos, sus lengua paseándose libremente por la piel de su cuello, las fuertes y grandes manos delineando su cuerpo y la propia cinta con patrones de nubes atada al rededor de sus muñecas.

Sumado a la dulce y cálida declaración de amor, palabras profesadas con una dulzura que Wei Wuxian nunca pensó que alguien le dedicaría, y menos un Lan Wangji víctima de la embriaguez. Si dijera que no sentía temor de que aquellas palabras solo fueran producto del alcohol, sería una completa mentira, no quería ni pensar que eso era cierto; simplemente el recordar su nombre saliendo de los labios de Lan Wangji con una voz profunda y las caricias que fueron brindadas a su cuerpo llenándolo de un sentimiento sumamente cálido y acogedor, muy diferente al simple deseo, le hacía estremecer y no querer bajar de la nube en la que se encontraba.

- ¿Wei Ying?

Aquel llamado lo había sacado de golpe de su mundo, Lan Wangji había despertado y Wei Wuxian estaba más que listo para recibir una reacción violenta por parte de su compañero, no le extrañaría que quisiera dejar el lugar para más nunca volver.

- ¿Si?

Fue lo único que acertó a decir. El silencio inundó la cueva, cada segundo que pasaba era eterno para Wei Wuxian, un nudo se empezaba a formas en su garganta y una extraña presión sobre su pecho se hizo presente.

- Yo...

El miedo crecía con cada palabra que salía del Jade; el cultivador demoniaco se debatía en que era peor, si el ensordecedor silencio o las resonantes palabras.

- ¿Te obligué?

Los ojos de Wei Wuxian se abrieron de sorpresa; esperaba todo tipo de reacción, que lo empujara, maldiciera e incluso que lo pateara o gritara, pero no era el caso, la voz de Lan Wangji se escuchaba perdida, temerosa se atrevía a decir. Algo se descolocó en su cabeza, no le cabía la idea de un Lan Wangji preocupado por él.

- No lo hiciste...

Wei Wuxian quería incorporarse, pero su cuerpo no se lo permitía, era como si dejara de obedecerle y le obligara a quedarse recostado sobre Lan Wangji. Sintió como los brazos de Lan Wangji se movían, cerró sus ojos para esperar caer al piso. Se quedó congelado al sentir como aquellos fuertes brazos lo rodeaban; de nueva cuenta un cálido sentimiento se instaló en su pecho.

- Tranquilo, no tienes que hacerte responsable...

Nuevamente intentó incorporarse, el dolor de su cadera lo hizo desplomarse nuevamente. Lan Wangji se encontraba en completo silencio, parecía que se había petrificado, su mirada perdida divagando por los pocos recuerdos que tiene. Sus ojos se abrieron levemente al darse cuenta de lo que había dicho.

Si no fuera por las suaves caricias que le eran brindadas a sus caderas, lo más probable es que, a pesar de su dolor, se levantara para ver si su compañero seguía respirando.