Capítulo 24

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Peter sabía que no era el más listo de sus amigos, ni el más guapo, ni el más sociable, ni el más... bueno eso no importaba, lo que importaba es que no era tonto, puede que fuera despistado pero tonto no, entonces, ¿por qué Bartimeus Chouch le trataba como a un tonto?

En ese momento se arrepentía de haber aceptado la cita, no quería mentir, había sido magnífica, un paseo por los jardines, rica comida junto al lago, charla amena, pero estábamos hablado de Barty, obviamente algo se iría a la mierda.

-Haber que me estoy perdiendo- dijo Peter- me estas diciendo que me marcaste en Navidad y que no has tenido el valor de decírmelo hasta ahora, ¿me dejo algo?

-No- contesto con cierto miedo en la voz- por favor no me odies.

Peter sentía que iba a matar a alguien y por alguien se refería a ese alfa frente a él

-¿Tú piensas que yo soy tonto?- volvió a preguntar con fingida tranquilidad provocando sorpresa a su acompañante.

- Se que te resulta increíble, pero es verdad, Severus me explicó que puede que no te hayas dado cuenta debido al tiempo que pasamos juntos...

-Para, para, para- interrumpió Peter-eso es lo que me molesta, de verdad te crees que soy tan gilipollas como no darme cuenta de un mordisco de semejante tamaño en mi cuello, que me ducho todos los días joder.

Barty tenía la boca abierta, se sentía estúpido.

-Me he perdido- dijo el alfa- ¿entonces lo sabías?

-Obvio- contesto.

-¿Y por qué no me habías dicho nada?

-¡Por qué es tu culpa troglodita!- grito- además, ¿qué esperabas?, ¿qué fuera tras de ti besando el suelo que pisas?

Barty boqueaba sin saber que decir, de todas las situaciones posibles esa era la menos esperada.

-¿Y?- pregunto.

-¿Y qué?

-Ahora, ¿qué va a pasar?

-Nada- contesto el omega- por tu bien procura que todo continúe igual. Quiero graduarme, no me han educado para ser un ama de casa, quiero dedicarme al periodismo, ¿quién crees que le pasa parte de la información a Rita?

Barty no se creía lo que veían sus ojos, el león estaba enseñando por fin sus garras.

-Para nada, para nada- se intento excusar Barty- es solo que creía necesario que lo supieras.

Peter sonrió, el alfa era estúpido, pero era su alfa después de todo. Con cariño se acercó a él y besó su mejilla.

-No te lo dije por que no quiero que nada cambie- empezó a sincerarse- quiero que sigas tras de mí, cuidándome, pero sin exagerar, con tus bromas y malos intentos de cortejo, quiero que sigas viéndome como soy como Peter, no como un omega más. Si voy a ser tu omega que no lo diga una marca en mi cuello, que lo digan tus acciones, no te enamores de mis feromonas, enamórate de mí.

Tras esto sonrió y se alejo del un sorprendido alfa, tenía una reunión con Rita y Xenophilius a la que no podía faltar.

-Pero yo ya te amo a ti- susurro Barty mientras veía al castaño desaparecer de su vista.



Esto había sido un caos. Severus leía el pergamino con los datos otorgados por Rita y no le estaban gustando, esta vez no había omegas embarazados, era imposible dada la situación, pero si había habido muchas agresiones físicas que habían acabado con varios de ellos en la enfermería, Bellatrix era un claro ejemplo, la omega llevaba todavía una venda cubriendo su cuello, probablemente dejaría cicatriz.

-¿Qué ocurre?- pregunto un adormilado Sirius a su lado, notaba el enfado de su omega y quería tranquilizarlo.

-Si el ministerio sigue así estamos jodidos- contesto entregándole el pergamino.

Sirius lo dejo a un lado y agarró la delgada cintura de su compañero, empujándolo a su lado y besando con cariño su frente.

-Relájate- dijo con un suave gruñido- he leído el programa de Grindelwart, tiene ideas muy buenas y el apoyo de la mayoría de las casas importantes, no perderá.

Severus se acurrucó en su pecho y aspiro su aroma en búsqueda de tranquilidad. El también había leído ese programa y sabía que luchaba por ellos, por los omegas, pero tenía miedo, tenía verdadero miedo a la mentalidad antigua de la mayoría de los habitantes del mundo mágico, incluso aquellos omegas más valientes se encontraban bailando en las manos de sus alfas.

-Severus mírame- ordeno Sirius al notar que empezaba a llorar- todo saldrá bien, lo sé, tengo verdadera fe.

Severus besó al alfa, puede que no sintiera verdadero amor por él y que todo se haya dado debido a las situaciones, pero no se arrepentía de que Sirius fuera su alfa, lo trataba bien y lo quería. Severus sonrió estaba seguro de que en un futuro, quizás no muy lejano, podría corresponder a sus sentimientos.



Frank sentía que la vena de su frente estallaría en cualquier momento, pero tampoco es que pudiera hacer nada al respecto. Su madre lloraba de alegría y su padre estaba eufórico. Estaban contetos por los acontecimientos dados, pero él no, él probablemente mataría a alguien y ese alguien era Rabastan Lestrange. Se había librado de él en la primera caza y en la segunda, el maldito alfa no había podido con él y estaba orgulloso, hasta que uso un truco propio de la serpiente que era.

-Cómo comprenderá queremos lo mejor para nuestro hijo- continúo hablando la seria alfa.

-A mi mujer y a mi nos sorprendió la proposición de Rabastan siendo sinceros, pero mientras sea su felicidad y ustedes estén de acuerdo no hay problema.

Los padres de Rabastan no eran la típica pareja, pocas veces se unían una alfa mujer y un omega hombre, aun así, se veían verdaderamente enamorados y centrados en joderle la vida.

-Por supuesto que sí- dijo su padre- un matrimonio entre ambas familias sería algo fantástico.

Frank suspiró fuertemente, sus padres eran betas ambos, había sido un milagro que el fuera omega y ellos hacían lo posible para que fuera feliz. Rabastan frente a él sonreía con verdadera alegría.

Frank le miro fijamente, el alfa era verdaderamente guapo y mentiría si decía que no sentía mariposas por él, además creía que le gustaba su carácter poco común en un omega, él no pensaba cambiar.

-¿Qué piensas hijo?- pregunto su madre sorprendiendo a la familia, nunca se preguntaba la opinión del omega.

Frank se lo pensó un poco disfrutando de la mirada aterrada de Lestrange, si el decía que no todo su plan se iría al traste.

-Si- respondió al final- estoy de acuerdo.

Rabastan no aguanto la felicidad y se lanzó a sus brazos besándole, su primer beso juntos.

Alfas VS Omegas (Harry Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora