Capítulo 31

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Avery caminaba por los pasillos del ministerio con confianza y una amplia sonrisa en su cara. Hacía tiempo que había callado a su conciencia, sus deseos por conseguir a aquel pequeño omega superaban cualquier tipo de remordimiento y es que el olor de Peter Pettigrew lo volvía loco desde el momento en que le conoció.

-¿Dónde está?- preguntó una vez que tuvo al ministerio enfrente.

-Buenas tardes Avery- contestó el rechoncho alfa-es un placer verte también.

-Déjate de tonterías y dime donde estas.

El ministro sonrió, ese deseo por aquel omega era lo que le había permitido corromper al joven. El alfa sacó una pluma de uno de los cajones. Avery observó el objeto.

-Es un trasladador, te llevará a una casa protegida, allí está tu omega.

Avery sonrió y agarró el objeto.

-Quedan 5 minutos para que se active- explicó el mayor- espero que disfrutes de la intimidad.

Avery sonrió antes de salir del lugar y dirigirse a un sitio tranquilo, no quería que nadie le molestara antes de ir a encontrarse con el omega. Cuando sintió el tirón en el estómago propio de la desaparición no pudo evitar gruñir de felicidad.

Al abrir los ojos, el alfa, se encontró ante una sala de madera con los muebles tirados por todos lados. Avery sonrió, sería la primera vez que viera a Peter enfadado. El dulce olor a caramelo y azúcar le guió a través del largo pasillo hasta la habitación principal en donde el pequeño se encontraba acurrucado.

-¿Peter?- llamó intentando fingir sorpresa- ¿Peter eres tú?

El león alzó la cabeza mostrando sus ojos rojos debido a las lágrimas. Con rapidez se levantó del suelo y se lanzó a abrazar al alfa susurrando cosas ininteligibles. Avery enterró su nariz en el cabello del menor y aspiró su dulce olor.

-Tranquilo Peter, no te entiendo por favor tranquilízate. Todo está bien.

Peter levantó la cabeza del pecho del alfa y cogió aire.

-Hay que ayudarlos- comenzó- los han cogido a todos, tienen a Barty, hay que ayudarlos…

El omega dejó de hablar al sentir como el agarre del mayor se volvía cada vez más fuerte.

-Crouch- escupió el nombre- siempre es Crouch. Sinceramente no sé qué le ves a ese alfa promiscuo…

-Avery me haces daño.

-Sabes que solo te quiere para follar- continuó sin hacer caso a las palabras del omega- no eres nada para él que no pueda conseguir en cualquier otro omega. Yo en cambio- dijo cambiando el tono de voz a uno cariñoso- yo en cambio te adoro, por ti haría cualquier caso, por ti incluso me he aliado con el ministro.

-¿Cómo?- preguntó sorprendido- ¿Cómo que te has aliado con el ministro? ¿Ha sido por tu culpa que nos descubrieran? ¿Sabes lo que has provocado?

Avery lanzó al omega sobre la polvorienta cama, en sus ojos se reflejaba una ira propia de la locura.

-¿Y?- preguntó- a ti no te afecta nada.

-Avery, son nuestros amigos- intento racionar- Barty es incluso padrino de uno de los bebés…

-Barty, Barty, Barty… Siempre es Barty- gritó mientras se posiciona sobre el menor y lo inmoviliza- ¿qué esperas de él? ¿qué te marque? -cuestionó- pues siento decírtelo que eso nunca pasará, no eres nada para él.

-¿Tú qué sabes?- gritó- ¿quién eres para juzgar a alguien a quien ni siquiera conoces?

Avery aumentó la presión del agarre, probablemente Peter tendría un moratón en un futuro.

-Deja de defenderlo- ordenó.

-Lo defenderé siempre- contestó el león- siempre defenderé a mi alfa, porque, para tu desgracia, ya he sido marcado por él.

Avery se sorprendió aflojando durante unos segundos el agarre, momento que aprovechó Peter para golpear la barriga del mayor alejándose de él y escapando de su agarre. Con una agilidad que desconocía se levantó de la cama y se puso en modo defensivo. El alfa continuaba mirando a la nada. Con una rapidez abrumadora Avery se lanzó sobre Peter. El omega se lanzó hacia su derecha golpeándose con un mueble astillado provocando que la sangre callera desde su hombro. Avery había perdido la razón. El león sabía que en esos momentos el alfa no entendería a razones, solo había dos opciones, o que Avery lo capturara e hiciera con el lo que quisiera eliminando la marca de Barty o escapar de aquel lugar. Durante varios minutos Peter y Avery seguían manteniendo un constante baile típico de un ratón y un gato, el alfa se lanzaba y el omega esquivaba. Peter se sorprendió de su capacidad de mantener la calma y enfrentarse a la serpiente, quizás el sombrero seleccionador no se había equivocado al mandarlo a la casa de los leones. En uno de los movimientos el menor observó como la varita caía al suelo y con rapidez se lanzó a por ella, Avery no pudo reaccionar permitiendo que Peter huyera del lugar.

Peter sintió el viento golpear su cara y abrió los ojos. Tenía varias magulladuras y sangre cayendo de algunas de sus heridas, pero estaba a salvo, aunque no sabía si el bosque oscuro se podría considerar un lugar seguro, pero sin duda lo era mucho más que estar al lado de Avery. Peter gritó de alegría, era libre, ahora solo había que conseguir que sus amigos también lo fueran. Con dificultad se levantó del suelo y empezó a caminar en dirección al castillo, si tenía suerte encontraría a alguien allí que pudiera ayudarlo.  Peter comenzó a reír, la situación era complicada, pero joder, que bien se sentía volver a sentir el viento en la cara.

Alfas VS Omegas (Harry Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora