9. Hawái vs el trío

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¿Qué puedo decir acerca de mi experiencia con los aviones? Mi miedo a las alturas era extremadamente impresionante. Dua y Dana se sentaron detrás de nosotros. Adrien se colocaba el cinturón con confianza mientras mis manos temblaban en un intento desesperado por hacerlo.

-Tranquila -susurró Adrien quitando mis manos y colocando el cinturón.

El avión estaba por despegar, Adrien me estiró su mano y no dudé en tomarla. Apretaba con fuerza mientras cerraba los ojos, sentía la mirada de Adrien y su sonrisa burlona.

-Deja de mirarme -pedí sin abrir los ojos.

-Es imposible -respondió entre risas.

Después de un eterno viaje para mi inexplicable ansiedad, llegamos. El camino hacia el hotel fue como un cuento de maravillas. Dua se tomaba muy en serio su rol como turista, no había cosa o lugar que no fotografiara. La recepcionista atendió primero a Dana y a Dua, les entregó la llave de la habitación y esperaron detrás de nosotros.

-¿NewBook? -preguntó la amable recepcionista.

-Así es. Eileen Larsson y Adrien Highenson.

Sentí el toque de Dua, su mirada se dirigía a mi lado derecho. Ahí estaba Scott junto a un amigo, mis ojos brillaban como si hubiera visto el rubí más hermoso y costoso de la historia. Era más alto de lo que aparentaba en las fotos, su sonrisa era la misma, y su cabello rubio brillaba naturalmente. Habían ciertos aspectos que pude notar, sus manos eran más delgadas y su postura siempre permanecía recta. Estaba a tan solo un metro de distancia.

-¿Señorita Larsson?

-Disculpe, ¿qué decía?

-Aquí está la llave de su habitación.

-Debe haber un error. Son dos habitaciones -respondí entre una risa nerviosa.

-No, NewBook ha registrado aquí que viene con su pareja. Por lo que solo han pedido una sola habitación.

-¡Oh, no! Él es mi mejor amigo.

Sentía cómo Scott miraba la escena de reojo. Tenía la necesidad de aclarar cualquier malentendido. ¿Por qué pasaba eso justo en la segunda impresión?

-No se preocupe, señorita. Eileen, dormirnos juntos todas las noches, ¿qué es lo que te disgusta, mejor amiga? -preguntó Adrien en un tono burlón y retador.

Miré a Scott quien mantenía una sonrisa por debajo. ¿Le divertía mi terrible e incomoda situación? No quería perder los estribos y caer en la diabólica tentación de Adrien.

-Tienes razón. Acepto la habitación.

Tomé la llave y agradecí lo más amable que me fue posible. Scott y su amigo terminaron al mismo tiempo y en seguida se retiraron del lugar en dirección a sus habitaciones. ¿Eso era todo? ¿No hay un: "Hola, Eileen. Soy Scott Helmman"? ¡Por supuesto, no le interesaba!

-Al parecer alguien no está contenta.

-¡Cierra la boca, Adrien!

NewBook organizó la convivencia con un itinerario demasiado ocupado. Solo teníamos dos horas diarias para conocer el lugar y después volver al espacio de convivencia. Una linda terraza con una vista hacia la playa. Estaban algunos escritores de diferentes edades y nacionalidades, junto a ellos, sus acompañantes. También habían lectores y seguidores que con gran sacrificio, lograron asistir para conocer a sus escritores favoritos. El lugar no carecía de comida y de tragos. Tampoco de mesas y asientos.

Un mesero se nos acercó con una charola llena de deliciosos bocadillos. Adrien y yo tomamos uno, comiendo de un solo bocado.

-Es la especialidad de la casa. Aguacate con una base crocante de camarón -explicó.

Un amor entre letras ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora