Capítulo 6

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ALEX

Gabriela se había quedado dormida hace una hora más o menos y se podía ver una sonrisa en su rostro, lo que me hacía que me quedase mirando como un bobo para ella.

-No me puedo imaginar qué harías tú de ser ciego.

En ese momento aparto mi mirada de Gabriela para encontrarme con Carlota, Marcos y Ana delante mía.

-Pues ya vería como hacer en ese momento, pero no sé de qué hablas, porque el que tienes a tu lado hace igual.

-No, Marcos no lo hace, al menos con la adoración con la que miras tú a Gabriela.

-Creo que es imposible mirar a alguien como lo hace él. Hay demasiada adoración en su mirada.

-Es que la adoro.

- ¿Ves? De ahí que todo el mundo quiera un Alex en su vida. A veces parece que no me quieres.

-Sabes que si te quiero, pero es que tampoco nos podemos comparar con ellos, se aman demasiado.

-Si, y tu amabas a la otra.

-Secretamente siempre te amé a ti, asique no te quejes.

Se me hacían graciosos la verdad. Prácticamente se pasaban el día discutiendo, pero también se podía ver que se querían más que nada, lo cual pienso que es importante. Estoy seguro que lo de ellos va a funcionar.

-Pensé que no iba a tener que escuchar vuestras discusiones. ¿Es que siempre discutís?

-Obviamente que si Kev, tenemos un carácter fuerte los dos.

-Tiene razón, si no discutimos las cosas no están bien.

-No sé cómo Gabriela no os arranca la cabeza.

-Puedes tener claro que a veces las ganas no me faltan.

Miré hacia Gabriela, no sé en qué momento se había despertado, pero cuando mira para mí, se me queda una cara de bobo, lo normal vamos, y por lo general ella me regalaba una sonrisa, lo cual hacía que la mía creciese.

-Pensé que ibas a dormir por más tiempo.

-Lo haría de no ser porque tengo sed.

-Entonces te voy a por algo de tomar.

-No es necesario, ya voy yo.

-Hermosa...

-No es gran cosa lo que tengo que hacer, asique deja de preocuparte tanto. Vamos a estar bien.

-Podrías dejarla tomar el aire un poco, mi prima ya se va a casar contigo, no la perderás.

-Kev, solo se preocupa.

-Pero creo que exagera un poco la verdad. Los días que estuvimos aquí, creo que no era tan exagerado.

-Si supieras el porqué de que es tan exagerado hablaríamos.

- ¡¡¡¡Carlota!!!!

-Es la verdad, todos, o al menos yo sé que va a ser como Alex.

- ¿De qué habláis?

-De nada, no te preocupes por eso. Ahora explícame el por qué estás levantado tan temprano.

-Preciosa, son las doce y media, eso no es temprano.

-Créeme que para su primo si lo es.

- ¿Tienes que contar mis secretos Carlota? Yo no te hice nada para merecer esta mala leche tuya ya por la mañana.

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