Capítulo 7. Parte I.

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{JENNIE} 

Lo que había tenido que ver horas atrás era algo que no estaba preparada para procesar y no era como que nunca hubiera visto como le dispararán a alguien pero la frialdad con la que había actuado Lisa ante la situación me tenía pensando.

 El expediente solamente marcaba que estaba bajo investigación por sospecha de asesinato pero una parte de mi se negaba a creer que tuviera la sangre tan fría como hacerlo pero si tuvo las agallas para destrozarle la rodilla a un pobre tipo que jugó su suerte no me imaginaba de que otra cosa sería capaz con tal de defender sus intereses. 

 Tomé una gran bocanada de aire manteniéndolo en mis pulmones y lo solté posteriormente a manera de suspiro. La puerta sonó tres veces, sacándome de mis pensamientos. 

–Adelante.–Indique a quien sea que estuviera por fuera y claramente podía ser cualquiera de la casa pero obviamente podía descartar que fuera Lisa con una disculpa por su manera de ser. 

–¿Cómo estás?–Preguntó Rosé con suavidad al adentrarse a la habitación. Cada vez me sorprendía más con su manera tan opuesta de ser a la de su amiga. 

 –Estoy bien.–La tranquilidad de mi voz era evidente, no era como que me fuera a traumar por lo que acaba de presenciar pero tampoco me iba a sentir feliz por ello. 

 –Sé que Lisa nunca te pediría una disculpa por eso he venido yo a hacerlo.–Se sentó en la orilla de la cama tratando de esbozar una sonrisa un poco tímida. 

 –No tienes que preocuparte además no es algo que te corresponda hacer a ti.–Hablaba con la verdad, tampoco quería que la pobre chica tuviera que cargar con las cagadas que se mandaba su amiga cuando no le correspondía.

 –Yo sé, yo sé.–Soltó un suspiro para posteriormente formar una mueca con sus labios.–Lisa es una buena persona que ha pasado por tanto.–Y es ahí donde la confusión y la intriga se apoderaron de mi. 

–¿A qué te refieres?–Cuestione sin querer sonar tan desesperada por la respuesta a mi pregunta, un tanto seria por la situación. 

 –Te cuento esto porque de ahora en adelante te toca vivir y lidiar con esto, pero una parte de ti debería de sentir un poco de empatía con ella, tenerle paciencia justo como todos lo hacemos.–No entendía nada de las palabras de Rosé, era como si estuviera balbuceando y tratará de conectar todo para que encajará perfectamente.–Lisa nunca ha querido nada de esto, creo que ninguno de nosotros pero a ella le costó el triple asimilarlo. La vida le dio una cachetada de realidad siendo tan joven que su inmadurez y su adolescencia crearon la persona que ahora es. 

–¿Y entonces?–Ella parecía esquivar los detalles que parecían ser importantes pero solamente se limitó a elevarse de hombros. 

 –Si es a lo que te refieres no sé que cosas la habrán marcado para que ella sea así pero es lo único que he podido sacarle durante estos cinco años que tengo conociéndola.–Y a mi me costaría el doble sacarle la información necesaria.–No le gusta hablar de casi nada. 

 –Ya veo.–La confusión y la intriga habían incrementado considerablemente.–Supongo que tengo que pretender que esta charla nunca existió.  Ella no dijo nada y únicamente dibujó una sonrisa débil en su rostro. 

Podía notar que verdaderamente apreciaba a Lisa y que tenía empatía por ella aún sin conocer las circunstancias que la habían llevado a ser una persona con características un poco particulares. 

Y esas eran justo el tipo de cosas que no te decían un expediente policiaco, nunca te mostraría a un sospechoso con sus traumas o las situaciones que lo llevaron a ser así antes de una evaluación psicológica, un careo o una confesión. Lisa era un misterio para el mundo en el que vivía y con más razón para mi que a través de sus ojos no era más que la niña que había llegado para quitarle la poca tranquilidad que le quedaba.

 {...}

 –Hey, tía. Espero no haber llamado muy tarde o muy temprano.–Solté un suspiro del otro lado de la línea, rogando por no haber interrumpido su sueño. 

 –¡Nini! ¡Que bueno que hablas!–Su voz chillona saltó de inmediato y podía sentir como por poco me dejaba sorda. –Lamento no haber llamado antes, estaba instalándome.–Y sí, le estaba mintiendo por milésima vez en este lapso. Fue lo único que se me ocurrió decirle al ver todo a mi alrededor, lo contrario de lo que había salido de mis labios. 

 –Aquí te echamos mucho de menos, no nos dejes tanto tiempo sin saber de ti.–Gritó mi tío desde algún lugar cercano a mi tía y solté una risa al imaginarme la escena. 

 –Está bien, lo prometo.–Me tranquilizaba mucho hablar con ellos, eran la parte humana que quedaba dentro de mi.–Las cosas en Corea parecen haber cambiado un poco. Ya saben, los edificios y todo eso.–Dije recordándome en el auto de Lisa a mitad de la noche mientras nos dirigíamos al lugar de las carreras. 

 –Creo que tendremos que verificarlo a través del internet aunque ya no estás aquí para enseñarnos a usar ese aparato infernal.–Mis labios dibujaron una sonrisa en mi rostro al recordar como siempre peleaban con la tecnología y ni siquiera querían un celular para comunicarse.

 –Les enviaré fotografías en cuanto pueda.–Fue lo único que pude decir antes de colgar. 

Odiaba ponerme sentimental porque entonces recordaba lo sola que estaba entre esas cuatro paredes. Era una extraña más y una infiltrada que únicamente quería encontrar las respuestas que necesitaba para continuar con su vida, tratar de vivir con normalidad después de tantos años.

Ghostin (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora