Capítulo 37. Parte II.

1.3K 215 46
                                    

Lisa: 

 Posiblemente ahora tendrás muchas incógnitas rodeando tu mente y me disculpo por ello. En realidad hay muchas cosas por las que quisiera disculparme y explicarte pero sé que es tarde, que probablemente nunca pueda hacerlo y tampoco es que con un perdón y la resolución de tus dudas se solucioné todo porque sé que te he lastimado y te he dado la mayor decepción que alguien te ha podido dar. 

 Eres libre de odiarme, de maldecirme desde el momento en que te levantes por la mañana hasta que vayas a descansar otra vez. Puedes dudar de mi, de mi persona, reputación o sobre lo que dije o no a mis superiores acerca de ti o de tus cercanos pero por favor, nunca dudes de lo que siento por ti. 

Cuando estaba en Estados Unidos muchas veces me sentí fuera de lugar, deseaba tomar el primer avión o tren que me llevará lejos y me hiciera encontrar mi lugar en el mundo. Al llegar a Corea solamente tenía un objetivo, sin saber que había encontrado mi lugar favorito. Y no, no te hablo del país porque es un espacio bastante amplio donde caben muchas personas, estoy hablando sobre ti, sobre como tú eres mi lugar favorito y seguro en este plano existencial. 

Encontré un refugio en tus brazos y aunque me cuesta bastante dejarlo, tengo que hacerlo por tu bien. Prefiero dejarte un vacío doloroso por cierto tiempo que el hecho de lastimarte de una manera más injusta en el futuro porque posiblemente habrías pagado por los errores que se te obligaron a cometer. Nunca fuiste la persona que se te dijo y espero que en mi ausencia no retomes ese pensamiento porque estás muy lejos de serlo. Eres un ser único y maravilloso que nunca encontraré a nadie que se te parezca y tampoco querré buscarlo porque solamente quiero vivir con el recuerdo de nuestra pequeña y corta historia de amor. 

Algunas veces por amor, podemos desechar por completo nuestras convicciones y creencias porque vemos más importante a la otra persona que a nuestro propio orgullo y justamente eso es lo que he hecho. Estuvimos destinadas a estar juntas por toda la basura que nos rodeaba, el destino estuvo escrito desde antes que quisiéramos darnos cuenta y quizás en esta vida no pueda ser, pero si lo de nosotros estaba destinado a suceder tengo la seguridad que no importa cuantas vidas tardemos en encontrarnos, lo haremos tarde o temprano porque nuestros corazones no pueden estar separados, con sus latidos siempre estarán llamándose. Te veré en la siguiente vida y sé que nunca te lo dije pero, guarda estas palabras hasta cuando volvamos a encontrarnos.

Te amo.


Ghostin (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora