Ghostin (Jenlisa)

Capítulo 16. Parte I.

{JENNIE} 

Una vez que Lisa terminó de sacar lo que tenía atorado en las profundidades de su ser, el lugar quedó en silencio, ninguna de las dos decía nada ni tampoco nos mirábamos. Sentía una profunda pena por lo que me había confiado y no podía asimilar como alguien tuviera el corazón para traumatizar a su hijo de esa manera tan cruel. 

Literalmente su propia familia se había encargado de arruinarle la vida, la habían hecho crecer aceleradamente de un día para otro y le habían dado responsabilidades y obligaciones que ni siquiera pidió solamente por nacer bajo ese apellido. 

 El escudo que se había puesto era para no mostrar que sufría en silencio, que odiaba estar ahí y que su alma gritaba en sus adentros por auxilio. No se permitía abrirse a los demás probablemente por remordimientos del pasado, por considerarse una mala persona por las cosas que tuvo que pasar o tuvo que hacer siendo el títere de su progenitor. 

 –Lisa.–Rompí el silencio que habitaba entre las cuatro paredes al llamarla. Ella volteo hacia a mi y pude encontrarme con sus ojos cafés ligeramente hinchados por el llanto.–Para mi sigues siendo la misma persona que se quedó aquí cuando me fui, no importa que haya pasado, tú no lo querías así. 

–Me gustaría creer que es así.–Admitió casi sin ganas, la herida en ella era demasiado profunda como para creer las cosas buenas que las personas tuvieran que decir sobre si misma. 

 –No estoy bromeando.–Mi expresión era seria, queriendo que al menos en eso confiará en mis palabras.–Al menos para mi sigues siendo la misma. 

 –Casi te obligue a hacer lo mismo que me hicieron a mi y también hice que vieras como le destrozaba la rodilla a ese tipo.–Y tenía razón, pero tampoco podía culparla de su pésima actitud al conocer los motivos detrás de ella. 

–Pero no lo hiciste, creo que eso cuenta más que lo otro.–Le brinde una suave sonrisa, ella por su parte lo hizo débilmente. 

 –Lo siento por haber tomado las cosas demasiado personales desde el día número uno.–Sus disculpas parecían sinceras y sonaba arrepentida de la manera en que me trató desde el momento en que puse un pie en esta casa. 

 –Quedó en el pasado.–Me puse de pie para quedar de frente a ella que continuaba en esa posición, abrazando sus rodillas. Extendí mi mano en dirección a ella y ella parecía estar confundida con mi manera de actuar.

–Soy Jennie.

 –¿Qué haces?–Preguntó lo suficiente divertida como para dejar escapar una risa de sus labios, lo cual fue contagioso para mi. 

 –Empezar desde cero.–Indiqué con una sonrisa al mantener la mano extendida hasta ella, la cual tomó con suavidad.

 –Lisa.–Dijo a modo de presentación, dibujando una suave sonrisa en sus labios. 

 –¿Puedo asumir que somos amigas? O ¿Personas que se llevan bien porque viven bajo el mismo techo?–Me atreví a hacer la preguntaba que pensé que jamás haría y que mis intenciones de acercarme a ella se quedarían en solo eso.

 –Creo que por el momento seremos personas que se llevan bien porque viven en el mismo techo con posibilidades a escalar a otro nivel.–Y eso me bastaba.

 No quería que se sintiera obligada a tener una amistad conmigo porque podría volver a sus actitudes del pasado y claramente era algo que no necesitaba, retroceder cuando había avanzado tanto en tan solo una noche. 

 Sentía compasión por ella, era como si la niña pequeña hubiera dejado de crecer pero se hubiera escondido en sus adentros, entonces la parte adulta de Lisa que fue obligada a salir prematuramente la estuviera protegiendo a su manera para conservar aunque sea algo de cuando su vida solía ser buena e inocente. No tenía la culpa de las cosas que le habían obligado a hacer, después todo no tenía otra opción y tenía que manejar la presión de alguna manera y esa era obedeciendo para no tener que cargar con otro peso más sobre sus hombros.