Mi hijo

1.5K 137 24
                                    

Hermione se reía con los chicos por sus ocurrencias.

- Avioncito, ñiummm.

- Sam ya basta, que vergüenza. - exclamó entre risas su amiga mientras un tenedor iba hacia su boca.

Sam salió volando cayendo contra una silla, se escuchó como su hueso se rompía.

- SAM!!

Corrí hasta él que se encontraba agarrando su costado, se había fracturado dos costillas y tenía una herida en la frente.

- No lo toquen, lo llevaré a la enfermería. - exclamó Minie llegando hasta ellos.

Tuvieron que esperar fuera mientras la enfermera lo curaba, Harry llegó junto al grupo con cara angustiada en dos largas zancadas llegue hasta él, lo tome del brazo y lo aleje de todos.

- Que está mal contigo!!!.

- Los celos me cegaron, lo siento mucho no quise lastimarlo.

- Es mi novio de quien estamos hablando, si hubiera alguna pizca de interés de su parte sería la primera en hechizarlo. Debes calmarte Harry así no vas a conseguir nada, sólo vas a lograr que Hermione se aleje por completo.

- Lo siento en serio no pude razonar.

- Te entiendo, en serio lo hago, sé que es muy difícil controlarse, mejor ve a clases o al dormitorio Harry.

Sam tenía que quedarse hasta el día siguiente todos se despidieron de él cuando la enfermera los echo. Se dio una larga ducha ese día estaba siendo una completa mierda de escreguto, vio la bolsa de regalo que le habían dado en San Valentín y tuvo una idea, busco el traje que estaba en su memoria se puso su bata y fue al dormitorio de Harry. Se encontraba tirado en su cama con los ojos totalmente abiertos, me senté y comencé a jugar con su cabello.

- Viniste. - exclamó con la voz rota.

- Lo prometí Harry.

- Siento que estoy perdiendo a todos.

- No Harry, nadie sabe que fuiste tú y no pienso decir nada. Mañana será otro día y será mejor, sólo que si vuelves a lastimar a uno de mis novios te quedarás calvo cuatro ojos.

- Ya no lo haré, lo prometo.

Harry se había quedado dormido luego de una hora, quite la capa de su baúl y corrí a la enfermería. Sam se encontraba dormido se veía muy adorable, comencé a besar su rostro bajando por su cuello, se volteó a mirarla.

- ¿Victoria?

- Joven Ott vengo a comprobar su temperatura.

- Mi temperaaaa....- Deje caer la bata tenía un traje de enfermera que constaba de un sombrerito blanco, un sostén, bragas y medias blancas.

- Po- Po- Por supuesto, lo que usted crea conveniente.

Puse mi mano sobre su frente fingiendo concentración.

- No estoy segura, ponga su mano en mi pecho por favor.

Sam colocó su mano sobre mi pecho y lo apretó levemente.

- Creo que tampoco, probaré otra cosa. - me subí sobre él, su miembro se encontraba muy feliz de verme. - Ponga sus manos en mis nalgas por favor.

Sam no dudo ni un segundo y apretó fuertemente logrando que ambos soltáramos un jadeo al frotarnos.

- ¿Tengo fiebre señorita?

- Aún no lo sé, debo probar una última cosa. - Chasquee los dedos y Sam estaba completamente desnudo.- Debemos hacer una. - me incline sobre sus labios logrando más fricción. - revisión profunda.

La GuardianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora