Sentimientos

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Se dirigía a toda prisa hacia el despacho de Minie, Hermione tenía que correr para poder seguirle paso

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Se dirigía a toda prisa hacia el despacho de Minie, Hermione tenía que correr para poder seguirle paso.

- A do...

- Te dije que no dijeras nada, estoy molesta y no quiero decir algo de lo que luego me arrepentiré. - exclamé con los dientes apretados, realmente le molestaba lo que acababa de pasar.

Llegaron al despacho y golpearon levemente, la profesora los atendió enseguida.

- No voy a cambiar de opinión Victoria. - Fue lo primero que dijo.

- Les recuerdo que confíe a ustedes mi secreto, saben que soy capaz de percibir la magia que emiten todos, eso incluye los objetos mágicos. En el caso de que yo fallará, Rey jamás permitiría que usará algo con fin de dañarme ni tampoco a mi hermano.

Ambas se pusieron rojas de la vergüenza y emitían un olor a pena y disgusto con sigo mismas.

- Yo... - Trato de hablar su amiga, pero levanté la mano para impedirla.

- Entiendo sus miedos y me alegra saber que nos quieren y nos protegen como las leonas que son, pero recuerden que soy la guardiana de Harry y hasta este momento nunca necesitamos de nadie para estar bien.

- Lo siento mucho Victoria, lo había olvidado y cuando se me cruzo por la cabeza que fuese Sirius Black el remitente se me nublo el juicio. - exclamó su profesora.

- No hay problema, si me los entrega se lo daría a mi hermano ahora mismo antes que entre en una depresión por perder la mejor escoba de todos los tiempos. - Su profesora sólo sonrió y trajo los objetos.

- ¿Puedes sentir la magia de alguien en ellos?.

- Si, pero son de los fabricantes, los objetos siguen sin haber sido tocado por otro que no sea Harry o yo y claro ahora usted.

- Bien, lo lamento mucho la próxima hablaré primero contigo.

- Hermione ¿nos vamos?

Su amiga se mantuvo callada en todo momento, salieron del despacho y fueron hacia la torre.

- En serio lo siento, debo aprender que no necesitan una madre si no una amiga, sólo que temo tanto que les pase algo que empiezo a actuar como una mamá psicótica.

- Herms tu eres así y te adoramos de esa forma sólo que es mejor hablarlo primero con nosotros, ahora debes preparar una ropa provocativa para que mi hermano te perdone. - Moví las cejas insinuante.

- Ey no seas morbosa. - Su amiga se sonrojo.

- Oh vamos ustedes no se ven de los inocentes, con tanto amor hasta dan envidia.

- ¿Si? Te recuerdo que eres novia de los gemelos, dudo que ese par sea más inocente que Harry. Ah también está Sam que con cada paso que da expulsa sensualidad.

- Eh ¿tu como sabes eso?. - La miro acusatoriamente. - Son míos, sólo míos soy una loca posesiva.

- Es uno de los chicos más lindo y las chicas lo tienen en su lista, también está Dylan y los gemelos.

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