Renace un guardián nacido del fuego y la magia al final del séptimo mes, vendrá para proteger a la esmeralda y arrasar todo a su paso si es necesario.
Él mundo mágico necesita un cambio y los Potter están dispuestos a cambiarlo.
- Eres lo más i...
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Cuando bajaron al día siguiente la torre estaba totalmente vacía eran los únicos de Gryffindor que se habían quedado. Bajaron a desayunar y el comedor se encontraba más vacío sólo había dos chicos de segundo año uno de Slytherin y otro de Ravenclaw.
- ¿A dónde vas?. - preguntó su amiga.
- Espíritu navideño Herms. - Moví la cabeza haciendo mover el pompón del gorro navideño que traía.
Se dirigió hasta los chicos que estaban solos en su mesa ambos eran de segundo año, los invito a que vinieran con ella. Casi se desmayan cuando les habla, pero aceptaron luego de una mirada que no aceptaba replicas. Ron esta vez sólo rodo los ojos exasperado y se separó un poco de ellos Harry no lo siguió está vez. Para incluir en sus actividades a los más pequeños decidieron hacer una guerra de bolas de nieve incluso el profesor Flitwick y Minie se adhirieron para su vergüenza perdieron brutalmente contra ellos.
Cuando terminaron y los chicos fueron dentro por el frio que estaba haciendo, ellos se dirigieron a la cabaña de Hagrid que no se lo había visto por el comedor a la hora del almuerzo. Apenas abre la puerta se lanza sobre su hermano se escuchaba fuertes sollozos y algo inentendible que decía.
- ¿Qué pasa Hagrid?. - Preguntó Herms, luego de arrastrarlo hasta una silla.
- Buckbeak va a tener una audiencia por el caso de Malfoy.
- Bueno vas a explicar lo que ocurrió la culpa la tiene el pomposo ese por no seguir órdenes.
Se sentía mal por lo ocurrido ya que el hipogrifo sólo quiso protegerla.
- No tendrá caso, Lucius Malfoy tiene a todos en el bolsillo y yo no tengo dinero para comprar a nadie.
- Te ayudaremos a ganar Hagrid, no permitiremos que el oro gane a la verdad. - exclamó convencido su hermano.
Se pasaron la tarde en la biblioteca buscando información sobre casos de animales peligrosos para disgusto de Ron que hacía notarlo a cada segundo.
- Son vacaciones no quiero pasarlo aquí. - lloriqueo.
- Deberías hacer tus deberes al menos. - exclamó su hermano.
- Aún hay tiempo, mejor iré a comer algo.
Lo vieron salir de la biblioteca casi volando.
- Ahora que se fue, les quiero mostrar algo.
Los llevo a la sala donde tenía a Pulgoso el nombre que le puso al perro ya que no podía seguir llamándolo perro, pero para su opinión el animal se veía disgustado con ese nombre.
- Ese animal casi me tira de la escoba el día del partido, pensé que era un Grimm por eso no pude ver a los dementores.
- Fuiste un perro malo pulgoso.
Pulgoso cuando los vio entrar salto de alegría y les lamia la cara con fervor era extraño, pero sentía que lo conocía de algún lado.
<<Hasta que te dignas en venir a verme eres una mala dueña>>
