Renace un guardián nacido del fuego y la magia al final del séptimo mes, vendrá para proteger a la esmeralda y arrasar todo a su paso si es necesario.
Él mundo mágico necesita un cambio y los Potter están dispuestos a cambiarlo.
- Eres lo más i...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En el tren se sentía todo tipos de aromas algunos le atraía más que otros, también había olores desagradables unos cuantos eran muy fuertes. Un olor a césped recién cortado y calcetín sin lavar se acercaba al compartimiento el aroma desagradable era más fuerte, la puerta se abrió y un chico pelirrojo algo rellenito estaba parado mirándolos.
- ¿Puedo pasar? El tren va lleno.
- Ese pequeño olor a ajo es porque está mintiendo Tori. - El dragón se encontraba jugando en sus hombros y le hacía cosquillas al hablarle al oído.
No había necesidad de mentir en algo así, si quería sentarse con nosotros sólo debía decirlo.
Harry lo hizo pasar cuando observo que su hermana no diría nada por como arrugo la nariz supo que algo no andaba bien, pero no podía preguntar nada todavía.
- Soy Ron Weasley.
Ahora que lo recordaba los Weasley eran de la Noble Casa Ancestral y Antigua uno de los pocos que había de ese rango.
- Harry Potter y ella es Victoria Potter.
Los miro con mucho asombro.
- Entonces hablaban en serio, mis hermanos dijeron que los conocieron no les creímos porque son demasiado bromistas. - Disimuladamente Ron paso su vista por la cicatriz en la frente de ella.
- Los gemelos son super simpáticos. - pensó en agregar no como tú, pero no debía juzgarlo tan rápido aunque odiaba las mentiras iba a darle una oportunidad.
Se pasaron todo el viaje hablando, compraron muchas cosas del carrito y compartieron con su nuevo amigo y de vuelta sintió un olor desagradable, aunque la envidia de vez en cuando todos tenemos no podía juzgarlo por eso, conocieron al desagradable mago que los sometió a vivir con sus tíos estaba en una de las tarjetas de la rana de chocolate, Ron estaba a punto de mostrarle un poco de magia.
- ¿No vieron un sapo?. - Una niña con el cabello más esponjado que había visto entro al compartimiento. - Oh vas a hacer magia, continúa. - Olía a libro nuevo y vainilla.
Ron recitó un hechizo inexistente y no pasó nada.
- ¿Eso es un hechizo? bueno, no funcionó ¿verdad? yo probé unos sencillos y funcionaron miren.
Sólo fueron unos segundos y mi varita ya estaba apuntando a la niña que sólo empezó a levantar su varita hacia el rostro de mi hermano.
- Te recomiendo alejar esa varita de mi hermano...3...2...1. - La observo bajar rápidamente la mano.
- Lo siento mucho no quise hacerle daño, sólo quería arreglar sus gafas. - Sus ojos se llenaron de lágrimas, pudo oler que sentía miedo y decepción, sintió lastima por ella.
- Entiendo, pero no deberías hacerlo en su cara ten hazlo aquí. - Le quito las gafas a su hermano y lo puso sobre el asiento. - Sería más seguro ¿no crees?
