En el final del arcoíris © [ ✓ ]

10-) ¿Destino?

—Capitulo diez—

Ambos se separaron.
Él tomó el camino de la izquierda
Ella, el de la derecha
Pero olvidaron algo.
El mundo es redondo..

-Domingo / Un día antes de el primer día

AURORA GARTI

— Entonces..— Kelz trago grueso— ¿Nos amenazaron de muerte a todos, por ti?— preguntó crédulo

Nos encontrábamos los tres sentados en un pequeño puesto de comida de Lanster, desayunando. Mayormente no confío en las personas y algo como esto lo hubiera guardado para mi, pero Hazel y Kelz saben todo lo que viví durante mi coma, lo único que no sabe el pelirrojo es sobre mi grandiosa infancia y tampoco pienso contárselo ya que no es algo que me guste divulgar

— Algo así— tome un sorbo de mi capuchino— Aún no se quien pudo enviarme eso, trato de hacer memoria pero nunca he hecho algo tan malo como para ganarme una amenaza de esa manera

Creo que se te está olvidando un pequeño mayúsculo detalle

Kelz pasó una de sus manos por su pelirrojo cabello desordenándolo— Bien, eso no explica qué hacía Axel contigo ¿él también lo sabe?

— Si, tuve un ataque de pánico— por alguna razón me avergonzó decirlo— Él.. me ayudo y tuve que contarle de la carta, siempre esta cuando más lo necesito..— susurre lo último

Y a Kelz pareció iluminársele el rostro— Mierda, no me digas que él..— dudo un poco— ¿Él es ese chico que nos contaste de tus sueños? Nunca me dijiste el nombre pero por la forma que lo mirabas y hablas de él es probable que..

No me sorprende que haya atado cabos rápidos, es una persona muy inteligente al igual que Hazel, ambos son como dos cerebritos cuerdos andantes, mientras yo soy la inestable que siempre les pide ayuda a los genios

— Lo es, no me preguntes cómo es posible, aún estoy intentando descifrarlo— tome otro sorbo de mi capuchino, está buenísimo

— No tienes que descifrarlo, es más que obvio— Hazel y yo lo miramos con atención— ¿Ay por Dios en serio no lo saben? entiendo que Aurora no lo comprendan aún, la pobre apenas sabe sumar dos más dos— le saque el dedo del corazón ante sus palabras y ambos rieron— Pero tú Hazel, me decepcionas, piensa un poco

La pelinegra frunció su ceño y pensó durante unos largos segundos y de la nada alzo ambas cejas impresionada— Mierda, ya lo entiendo todo