16-) la noche del baile Parte II

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—Capitulo dieciséis (2)—

—Capitulo dieciséis (2)—

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AURORA GARTI

Jodida mierda, esto no pueda estar pasando

La respiración de Axel cambio y se volvió pesada rápidamente, miraba a Zach con un odio que me sorprendió y lo hizo aún más cuando el último nombrado me tomo del brazo de manera brusca logrando que tropezara con mis pies cuando de un jalón me aparto de Axel

— ¡Te dije que te apartarás de ella, imbécil!— le volvió a gritar llamando la atención de algunos

Su mano aún se mantenía en mi brazo y me apretaba cada vez más lastimándome, definitivamente sus dedos se marcarán en mi piel nuevamente por su fuerte agarre

— Zach suéltame— le pedí en un murmuro, su mirada de repudio aún estaba en Axel— Me lastimas..

— ¡Cállate!— me grito tan alto y descontrolado que cuando quise reaccionar no pude, me paralice y me sentí perdida ante su forma de hablarme— ¡No quiero escucharte! ¿Me ibas a engañar con él si no los interrumpía? ¿¡verdad!?— su grito me hizo sobresaltar

Me agarro aun con más fuerza, tanto que sentí la circulación de mi brazo cortarse y haciéndome soltar un quejido de dolor, ladee la cabeza de un lado a otro en negación y un nudo se formó en mi garganta al desconocer al hombre que tenía enfrente de mi

Debe morir

Nadie puede tocarnos

Mátalo

— Suéltame ahora mismo, si no quieres que te corte la mano por tomarme de esta manera.— le dije entre dientes con dificultad y dolor

Me dolía el hecho de que este chico no era Zach, él nunca me había tocado de esta forma, nunca a hecho nada para lastimarme de ninguna manera, me miró desconcertado por mis palabras y su mirada de odio aun estaba ahí y eso me afectaba, sus pupilas estaban sumamente dilatadas, su pecho subía y bajaba desesperado y noté sudor en su frente, parecía..

— Cuento tres y llevo uno para que apartes tu maldita y asquerosa mano de Aurora— la quijada de Axel estaba tan apretada al igual que sus puños y esta vez no lo iba a contener

— No me apartaré de ella ¡porque es mi maldita novia! ¡Es mía!— grito aún más alto mientras me zarandeaba como un trapo y eso fue suficiente para llamar la atención de la mayoría de los invitados

Axel frunció su ceño aún más y arrancó de manera brusca su antifaz de su rostro tirándolo al suelo, se quitó el blazer del esmoquin y se arremangó su camisa blanca hasta los codos, todo lo hacía rápidamente y con suma molestia

En el final del arcoíris © [ ✓ ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora