En el final del arcoíris © [ ✓ ]

20-) Recuerdos Vagos

— Capitulo veinte—

[ En este capítulo conoceremos un poco mejor el pasado de Axel y de Aurora. Se presentarán escenas sensibles y temas fuertes para algunas personas, si no te sientes comod@, te recomiendo no continuar leyendo ]

AXEL DAKER

Otra vez los gritos, el llanto, los golpes, las súplicas y otra vez yo escondido debajo de mi cama con miedo a salir

— ¡Por favor Sebastián, no lo volveré hacer!— la escuche gritar con desesperación

— ¡Eres una zorra estúpida!— el sonido de una correa golpeándose contra algo me hacía estremecer— ¡Una sola cosa te pido que hagas y ni eso puedes hacer bien!

— ¡L-La próxima vez tendré tu cena lista! Te lo prometo Sebastián.. por favor.. hoy solo.. solo estaba cansada y yo no..— no pudo terminar su oración cuando escuche la correa golpear su cuerpo con fuerzas

Sus gritos de súplica eran una tortura para mi, el sonido de la correa golpeándola me causaba pesadillas. Desde que mi madre se separó de mi padre hace un año y conoció a este señor siempre a sido lo mismo, todas las noches llega apestando alcohol y todo el tiempo inventa una excusa nueva para pagar su rabia con ella

Borracho de mierda.

Hasta ahora le a roto dos costillas, es lo más lejos que a llegado, me lastima y duele ver como todos los días amanece con un moretón nuevo, no entiendo porque no se aleja de ese hombre, ella es una reina y las reinas merecen lo mejor..

Pero su excusa de siempre es decirme que no lo entendería porque estoy muy pequeño. Podré tener siete pero no soy estúpido

Inclusive mi padre a intentado ayudarla, pero ella siempre le cierra la puerta en la cara y le grita que no vuelva a entrometerce en sus asuntos, está completamente cegada y tengo mucho miedo.. no por mi, sino por ella

— ¡Maldita puta!— un golpe— ¡Te odio!— otro golpe— ¡Zorra de mierda!— uno más— ¡No me sirves para nada!

Él continuaba y ella seguía suplicando piedad

Gritos, golpes, gritos, golpes

Hasta que deje de escucharla..

Y por primera vez desobedecí las órdenes de mi mamá, y salí de mi escondite

Me desperté sobresaltado y con lágrimas cayendo de mis mejillas, el pecho me subía y bajaba sin control alguno y tenía aquel nudo en mi garganta tan incomodo. La oscuridad de mi habitación me invadía y por un momento entre en pánico hasta que entendí que todo fue una pesadilla

Un mal recuerdo..

En un acto inconsciente toque la cicatriz de mi ceja que ese maldito me causó, actualmente no es tan notable como lo era en mi niñez pero siempre estará ahí, es una marca que me recuerda constantemente lo que ocurrió aquella noche 

El pecho me dolía y aunque intenté evitarlo los recuerdos me torturaban, comencé a sollozar en voz baja intentado no despertar a Aurora quien se encontraba durmiendo plácidamente junto a mi, no quería salpicarla con mis problemas, ya suficiente tiene con los suyos