En el final del arcoíris © [ ✓ ]

28-) La playa

— Capítulo veintiocho—

AURORA GARTI

Vomito todo lo que desayune en el escusado, lo hago hasta sentir mi estómago vacío. Al terminar me arrastro un poco en el suelo y dejo descansar mi cabeza en la pared del baño mientras cierro mis ojos, respiro con dificultad y limpio mi boca con el dorso de mi mano

— Mierda..— suelto en un suspiro

Desde hace tres días mi estómago a estado repulsando todo lo que como y ya comienza a verse en mi físico que no me estoy alimentando correctamente, mis manos tiemblan y me siento débil, he intentado que Axel no lo note, no quiero que se preocupe por nada

Salgo de pensamientos y me sobresalto al oír el golpeteo suave de unos nudillos en la puerta del baño, carajo ya regreso de comprar la pintura

— Hey princesa.. ¿estás bien?— pregunta con cierta preocupación

— S-Si..— maldigo internamente mi tartamudeo— No te preocupes.

— ¿Segura?— cuestiona poco convencido— ¿Podrías dejarme pasar, por favor?

— Si, solo dame un segundo

Me levanto rápidamente del suelo y bajo la manilla del inodoro, camino rápidamente hacia el lavabo y lo abro lavando mis manos y cepillando mi boca a suma velocidad, al culminar me veo una última vez en el espejo y una vez compruebo que no me veo tan mal, abro la puerta

Él se encuentra apoyado bajo el marco de la puerta con sus brazos cruzados, me inspecciona con su ceño un poco fruncido— Me preocupas..— admite— ¿Crees que no me he dado cuenta que llevas tres días con malestares?

Me paralizo unos segundos al saber que me atrapo, antes de poder reaccionar— Estoy bien, solo que ando un poco más sensible— le doy palmaditas a mi estómago y le sonrío— No pongas esa cara de amargado— me alzo de puntillas y deposito un beso casto en sus labios— Vamos, tenemos un penthouse que seguir remodelando

Le pasó por un lado y camino con cierta rapidez hacia la puerta de su habitación saliendo de ella y escucho sus pasos tras de mi, al llegar al salón principal veo dos potes de pintura blanca en el suelo

Miro a mis alrededores y asiento convencida, Axel y yo hemos estado remodelando su hogar desde que lo destruyó por completo, cambiamos los sillones, jarrones, pinturas, las paredes recién las arreglaron y ya no pareciera que un jodido Hulk las hubiera golpeado, ahora solo falta pintarlas un poco y listo

Siento a Axel abrazarme por detrás y depositar un beso en mi mejilla, causando que sonría— Gracias por quedarte conmigo este tiempo y ayudarme, sin ti realmente no se que haría