26-) ¿Donde está Axel?

34.4K 3.7K 6.5K
                                    

Capítulo veintiséis

— Capítulo veintiséis—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


AURORA GARTI

Me remuevo entre las sábanas con un poco de pereza al sentir el sol en mi rostro, lentamente voy abriendo mis ojos y lo primero que observo es a un chico muy atractivo a mi lado quien duerme de costado profundamente junto a mi

Sonrió al recordar todo lo sucedido de anoche, Axel me hace sentir como nunca en mi vida y es un sentimiento que todas deberían vivir. Sin poder evitarlo acercó mi dedo índice a su rostro y acarició su nariz, luego sus mejillas, labios y cejas, es tan precioso que parece irreal

Al moverme un poco más para acercarme a él suelto un quejido de dolor sin poder evitarlo, al bajar la vista hacia donde proviene la molestia, abro mis ojos a más no poder al ver un moretón en mi cadera con los dedos de Axel marcados

Y no solo eso, mis nalgas también duelen, en realidad.. todo mi cuerpo lo hace. Mierda.

Veo a Axel removerse en su lugar y fruncir su ceño, poco a poco comienza a despertarse permitiéndome ver aquel azul de sus ojos los cuales con el sol iluminándolos se le ven aún más claros

Disimuladamente tomó parte de su sabana y me cubro la cadera, sé muy bien que si ve aquel moretón se culpara y volverá desquiciado por ello, así que prefiero evitar cualquier tipo de persecución

— Buenos días— le digo con una sonrisa nerviosa

— Buenos días demente— me responde con una voz ronca mañanera— ¿Desde cuando estas observando mi hermoso rostro?— murmura con altanería

Pongo mis ojos en blanco y le sonrío— No te creas tan especial Daker, miraba el techo, es más bonito que tú— le saco la lengua y se muy bien lo infantil que debo verme, pero aquello causa una risa de su parte que termina contagiándome

— Ven aquí— sin esperármelo me toma justo por la cadera y muerdo mi labio para no soltar ningún tipo de quejido de dolor, pero al parecer mi rostro arrugado no lo logré disimular— ¿Qué pasa?— me pregunta con cierta preocupación

— Nada.. es que, creo que me llegara el periodo, me duele el vientre y.. eso— trago grueso y nuevamente le dedicó una sonrisa disimulada

Él solo se quedó observándome durante largos segundos con su ceño totalmente fruncido, su mirada se desliza por todo mi rostro una y otra vez, buscando una pizca de mentira. Y de la nada lo siento presionar apropósito justo en mi cadera otra vez, logrando así que gritara de dolor sin poder evitarlo

En el final del arcoíris © [ ✓ ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora