En el final del arcoíris © [ ✓ ]

19-) La verdad de mi pasado

— Capitulo diecinueve—

AXEL DAKER

Nunca antes me había sentido como ahora, nunca antes pensé en sentir aquel hormigueo en mi estomago, jamás imagine que mi corazón se aceleraría ni mucho menos sentirme tan feliz, por solo un beso

Un simple beso, me ha hecho sentir más de lo que pude en toda mi vida

¿La causante? Ella

Aurora Garti, es esa clase de chica de la que si te descuidas logras enamorarte de su sonrisa, de su mirada, su valentía y fortaleza, de aquel sonrojo en sus mejillas, de su hermosa forma de ser, con un cabello dorado y unos ojos verdes que forman luz en tu oscuridad, con imperfecciones que la hacen perfecta, porque sí, todo en ella es perfecta

Y para mi, nunca habrá nadie como ella, siempre has sido tú..

Y siempre lo serás

Fue tan solo una presión de labios de segundos, pero para mi lo significó todo.

Y aunque no quería separarme de ella nunca, aunque quería probar aquellos labios por el resto de mi vida y por cientos de veces, me alejé, no porque quisiera, sino porque no es el momento, no mientras ella esté con él

— Lo siento— susurre al tomar distancia— No debí hacerlo..

— Está bien— note su respiración agitada y como aquel sonrojo aparecía en sus mejillas— Gracias, eh.. me ayudaste

— Bien..— la situación se volvió incómoda en menos de un parpadeo

Ambos dirigimos la mirada hacia la chimenea en silencio, con el sonido de la leña quemándose en el fuego, brindándonos un poco de calor. Quería hablarle, decirle todos mis pensamientos y confesarle que la recuerdo, que es mi demente y nunca he dejado de amarla, pero las palabras no salían y me sentía tan nervioso como un niño

Después de unos minutos la miré de reojo con disimulo, su perfil es precioso, sus ojos verdes se iluminaban ante la luz de la chimenea dándole aquel efecto de un brillo hipnotizante, su piel suave y blanca es lo más similar que he visto a la porcelana, su nariz perfilada y unos labios carmesís que me tienta a probar nuevamente ¿como es que logre olvidarla?

— ¿Te quedarás toda la noche observándome como niño viendo a su primer amor?— me tomo desprevenido aquellas palabras pero al ver el tono divertido de su voz y la escasa sonrisa me relaje

— Lo eres— susurre en voz baja

Ella dirigió su mirada verdosa hacia mi y nuevamente aquel nerviosismo positivo recorrió mi cuerpo, se mantuvo unos segundos en silencio solo mirándome, parecía sumergida en sus pensamientos