Dónde un día cualquiera se filtra una foto íntima de Yoongi y Hoseok, pero Jungkook admite que es suya y de Jimin. Ahora solo tienen que hacerle creer al mundo que están en una relación para proteger a sus Hyungs de las críticas.
•Versátiles
•Menció...
— Jungkook, ¿qué demonios? —Preguntó Jimin caminando por el pasillo hasta llegar a la sala.
— Tú dijiste que me besarías si preparaba esto y yo lo hice. —Habló con una sonrisa.
Pasó por su lado mirando como había dejado solo algunas luces tenues y la pantalla del televisor se iluminaba con canciones de Lauv sonando de fondo. Reprimió un suspiro junto a un escalofrío cuando imaginé como pudo ser el beso ficticio, aquel que contaron en la entrevista.
— De todas formas, creo que si lo hacemos así, no habremos mentido en ninguna entrevista. —Dijo de nuevo Jungkook—. Solo que no coinciden las fechas, pero no podemos volver en el tiempo.
— Estás loco.
Jungkook aprovechó cuando el castaño pasó por su lado para acorralarlo y envolver su brazo derecho a la delgada cintura de éste.
— Por ti, nene. —Sonrió.
— ¡Ya, deja de fingir ser un chico malo!
— ¿Y mi beso? Te puse las canciones de Lauv.
— No habrá beso, Jungkook. —Afirmó.
— ¿Al menos podemos bailar?
Ante un asentimiento un poco inseguro del mayor, Jungkook tomó su mano y lo guió al centro del salón cuando comenzó a sonar Never Not, previamente marcada por el mismo. Jimin volteó sus ojos divertido y se agarró del hombro del más alto cuando entrelazaron sus dedos dispuestos a comenzar el baile lento.
— Me vas a pisar. —Advirtió con una ceja alzada el castaño.
— No lo haré, tenme más confianza.
Jungkook para ese entonces reposaba su cabeza en el hombro del más bajo mientras sus cuerpos danzaban de manera lenta y natural. Jimin se sorprendió a sí mismo llevando su propia mano a la nuca contraria para acariciar el cabello alojado ahí.
There's a room In my heart with the memories we made
— ¿Te sientes cómodo? —Preguntó Jeon.
— Ajá.
La burbuja que ambos crearon era tan íntima y personal, que cuando Jungkook levantó su cabeza para mirar a los ojos de Park directamente, éste no pudo evitar temblar ligeramente y que sus mejillas se decoraran de un tono rosado.
From the moment I loved I knew you were the one And no matter whatever I do Ooh, hmm I will never not think about you
Estaban demasiado cerca, Jungkook había tomado el atrevimiento de aproximarse considerablemente al mayor, aun cuando éste le recalcó sus ideas.
— Jungkook... —Siseó.
— Déjame besarte, solo eso. —Murmuró con su vista fija en los rellenos labios de Jimin—. Solo un beso.
— No. —Dijo con voz apagada—. No puedo, detente.
— Jiminie...
— No, Jungkook, tú mismo dijiste que rompí la norma, no quieras pedirme ahora que no la cumpla.
— Nadie sabrá de esto.
— No quiero ser tu secreto ni tu experimento. —Negó, reuniendo fuerzas hasta que pudo separarse del menor—. Lo siento.
Y sin más, dejó a Jungkook plantado en el medio de la sala, con la música por terminar y la mirada perdida. Pero era optimista, aun le quedaba algo por terminar y esperaba que al menos estuviera feliz por eso. Simplemente, buscó su teléfono y entró a Twitter.
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— ¡Eres un idiota! —Escuchó a Jimin gritar desde su habitación—. ¡Un tremendo idiota al que no puedo odiar aunque me acose!
— ¡Yo no te acoso, Park Jimin! —Escuchó de vuelta—. ¡Soy el mejor novio que podrías tener!
La puerta de la habitación se abrió entonces y Jimin apareció tras ella con las mejillas totalmente sonrojadas.
— ¡No es verdad!
— ¡Si lo es!
— ¡Eres molesto! —Exclamó acercándose.
— ¡Tú más!
— ¡Tú eres más molesto!
— ¡Retira eso! —Amenazó con el dedo, Jimin negó.
— ¡No lo haré!
— ¡Cállate de una maldita vez! —Expresó cuando Park estaba a una distancia considerable.
Jimin se veía nerviosamente enojado, se puso de puntillas y encaró al menor sin darse cuenta de las palabras que salieron de su boca.
— ¡Cállame!
No hubo vuelta atrás, cuando quiso tapar su boca por lo que acababa de decir, Jungkook ya la cubría con sus labios. Sintió el suspiro satisfactorio del pelinegro sobre sus labios y como éste comenzó a moverlos con lentitud contra los suyos, como si quisiera recordar el momento por una eternidad. Jimin no pudo hacer nada más, así que solo siguió el juego de Jeon y se sujetó de su nuca para comenzar a corresponder al beso.
Sin saber que Never Not se volvía a reproducir de fondo, esta vez desde el teléfono de Jungkook y desde su propia publicación, su propia voz.
