III: El peor padre.

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—Oh, tanta emoción que todavía seguíamos aquí —Rebecca se sintió avergonzada por su falta de cortesía—, vamos pasen —Se quitó de la puerta para que Amelia y Henry pudieran entrar—, Roland, ve con los Jones y trae a tu padre, me parece que estaba a...

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—Oh, tanta emoción que todavía seguíamos aquí —Rebecca se sintió avergonzada por su falta de cortesía—, vamos pasen —Se quitó de la puerta para que Amelia y Henry pudieran entrar—, Roland, ve con los Jones y trae a tu padre, me parece que estaba ayudando a Keith con algo.

Ante la mención de la familia Jones, Amelia se tensó, ya que tenía la esperanza de que la señora Emilie y su madre no fueran tan amigas como antes; pero el comentario de su madre, le dejaba claro que el tiempo no les había afectado para nada, al contrario de Liam y ella.

—¡Ah si! Kath me dijo que Liam está regresando desde Boston —Roland rascó su cuello en incomodidad—, no me tardo —sin decir más, fue corriendo a la casa de a lado.

—No sabía que Liam vivía en Boston —comentó Amelia.

—Bueno...es una historia complicada, cariño —Rebecca sonrió—, pero supongo que es tema para otro día, ahora vamos con mi nieto, estoy segura de que es fan del chocolate con canela como tú —sin dar mucho pie a replicas, Rebecca condujo a su hija dentro de casa.

Pero Amelia se quedó todavía pensando en Liam y lo que sabía hasta ahora de él ¿Qué estaba pasando en su vida como pare regresar al pueblo y aparte con una hija a cuestas?

Pero Amelia se quedó todavía pensando en Liam y lo que sabía hasta ahora de él ¿Qué estaba pasando en su vida como pare regresar al pueblo y aparte con una hija a cuestas?

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Ni bien puso un pie en el césped de sus vecinos, Roland escucho los desgarradores llantos de la sobrina de Katie, Anna Lucia. Tratando de ignorar un poco su incomodidad, Roland siguió caminando hasta llegar a la puerta trasera de la familia Jones, ahí se encontró con Liam fumando.

—¿Mucho estrés? —Liam se sobresalto al escuchar la voz de Roland, haciendo que apagara el cigarro más rápido de lo que lo había prendido.

—Ni una palabra a Katie —advirtió Liam—, Les dije que saldría a tomar aire no a fumar.

—Pensé que ya no fumabas —admitió Roland—, por tu hija.

—Casi no lo hago, pero todo esto...es demasiado para mi —explicó Liam con pesar—, adoro a Lucia, pero... —se mordió el labio para no decir algo indebido, aún así, Roland supo a que se refería.

—Extrañas tu trabajo como agente especial en el FBI.

—¿Tan mal padre sería si digo que si? Adoro a mi hija, pero también amaba mi trabajo.

—Supongo que no te hace mal padre —Roland se encogió de hombros—, pero yo no tengo hijos así que no se que sería lo correcto, quizá mi hermana...—Liam lo interrumpió.

—¿Mía? ¿Mía regresó? —Roland vio su cambio de expresión y dudo en decirle la verdad, aunque finalmente decidió que no haría daño, Amelia estaba aquí y más temprano que tarde se iban a encontrar.

—Llegó hace rato.

—¿Y porque dices que quizá ella pueda entenderme? No lo veo claro —El hermano de Amelia se mordió el labio ¿Liam de verdad no sabía NADA sobre su hermana? Suspirando, decidió ir a por todas.

—Mía tiene un hijo —Liam movió sus cejas confundido— uff ¡Liam! Te estoy diciendo que tengo un sobrino y que aparte de eso, Amelia es  tu mejor amiga desde bebé, si alguien puede entender tus sentimientos es ella.

—Era —puntualizó el otro chico.

—Una amistad de casi treinta años no desaparece, aunque hayan tomado caminos diferentes —Liam desvía la mirada para que su cuñado no pueda leer sus sentimientos, pues si en algo era especialista la familia Dagger era en leer miradas. Por fortuna su hermana menor hizo una entrada triunfal al interrumpirlos.

—¡Liam! —Traía en brazos a su sobrina, que ya no lloraba, pero seguía teniendo la cara roja por el esfuerzo— Dijiste que sería un momento y ya llevas una hora aquí y...—Ve a Roland— ¿Ro? ¿Qué haces aquí?

Él se acerca a darle un beso a su novia, pero Lucia patalea para que no se acerque, lo que los hace reír a los tres.

—Toda una celosa, como su tía —ríe Roland al ver el puchero de su dama—, aunque me encante venir a ver a mi chica favorita, esta vez mi mamá me ha pedido que lleve la presencia de papá a casa —Katie interrumpe emocionada.

—¡¿Es por Mía?! —No da tiempo a que Roland conteste y sigue parloteando—, la he visto cuando venía para acá ¡tu sobrino se parece mucho a ti! Se nota que saco los genes Dagger y...—Liam interrumpe molesto.

—¿No ibas a decir nada? ¡Me acabo de enterar por tu novio!

—No te dije por dos razones: la primera porque ni bien abrí la puerta me diste a Lucia inconsolable y la segunda fue porque si no mal recuerdo, cuando ella se fue, le juraste tú odio incondicional por ser una idiota que se creyó todas las cosas que le decía un tipo que había conocido hace tres días y fueron tus palabras no las mías.

—Pero...¿No hizo Liam lo mismo con la mamá de Lu? —preguntó Roland confundido— no duró ni dos semanas conociéndola y ya se habían casado.

—Gracias por defender mi punto Roland, ahí lo tienes Liam, ambos son unos idiotas —sentenció Katie.

—¿De que lado se supone que estas? ¡Amelia vino con su esposo y su hijo a restregarme en la cara la familia feliz que tiene! Mientras yo me parto en cuatro para poder hacer feliz a mi hija.

Roland y Katie se ven por unos instantes, antes de que el chico decida romper el silencio.

—Liam... —El susodicho lo mira con ojos como dagas.

—¿Qué quieres Dagger? ¿Presumir...? —fue interrumpido.

—Mi hermana vino solo con su hijo.

—¿Ah? —Liam ya no entendía nada.

—No se qué pasó con su esposo, pero Mía llegó solo con Henry y no me parece que vengan solo de visita social.

—¿Por qué lo dices Ro? —Preguntó Katie curiosa, ella también había notado algo raro.

—Su mirada es...la de una mujer rota, es como si le hubieran quitado todas sus ilusiones...mi hermana no era así —explicó con dificultad el chico—, lo que más me temo es que esa sea la razón de su regreso.

—Explicate crío —dijo Liam fastidiado.

—No estoy muy seguro, pero investigaré —Roland paro un momento y luego prosiguió—, por ahora no comenten nada.

—¿Entonces que hacemos?

—Lo mismo de siempre, Liam.

—¿Y eso es...?

Roland sonrío con ironía.

—Fingir que lo que te dolió fue perder a tu mejor amiga y no a la mujer que fue tu gran amor.

—Fingir que lo que te dolió fue perder a tu mejor amiga y no a la mujer que fue tu gran amor

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