Nuestro pacto

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Narra: Sabrina.

-Ya-digo con una sonrisa juguetona.

-Dame una buena razón para quitar mi mano de hay-me dice con una maliciosa sonrisa.

-Eres un pervertido.

-Dime algo que ya no sepa.

Y frota un poco mi clítoris con sus manos.

- Ya-digo dandome la vuelta.

Yo tocó su pecho.

- No hagas eso-me ordena.

-¿Que pasa?. ¿Te éxito?- Le digo pícara.

Él baja sus manos de mi rubio cabello y lo posa en mi trasero. Lo aprieta con fuerza.

Yo muerdo su labio. Lo jalo con fuerza ocasionando que este se rompiera.

-¿Y yo soy el pervertido?-me dice al percartarce que mi mano viaja abajo de su ándome y llega casi a su miembro.

Yo le doy una gran sonrisa.

- Te amo-me dice de la nada.

Mi alma vivió a mi cuerpo.

-Eres todo para mi. Y necesito que me primeras algo.

Yo me siento el la cama.

- Lo que tu dees.

El acaricia mi brazo desnudo.

-Que siempre estaremos juntos. Que no nos vamos a dejar.

- Que no importa la circunstancia, siempre estaremos juntos-le dijo con una sonrisa.

El se que te y tomo mí rostro en sus manos.

- Es un pacto. Y no cualquier pacto, es nuestro pacto-me dice con una sonrisa.

Yo rodeó mis manos en su cielo. Me pierdo en las perfectas y tan hermosas facciones de su rostro.

- Lo lamento.

-Preferiría no hablar más sobre eso-me pide.

Me siento tan culpable, estoy consiente que esto es mi culpa. Todo lo que sucedió fue por mi culpa.

Pero eso no quita el hecho de que realmente lo amo, si.

Se que fuy muy egoísta y solo pensé en mi misma, pero ahora quiero hacer las cosas bien.

-Esta vez soy yo la que está dispuestas hacer las cosas bien. Ahora soy yo la que está dispuestas a cuidar este amor.

Mi mano viaja por todo su torso, deteniendome en la cicatriz que tiene en el abdomen. Es esa cicatriz que le ocasionó mi tío.

Es esa cicatriz que me recuerda a la perfección lo que Marco estuvo dispuesto de hacer por mi.

-No me arepieto-me dice como si hubiese leído mis pensamientos.

Y sólo me quedé paralizada. No sabía que era lo que debía decirle, el es tan perfecto y yo soy tan yo.

Que de alguna cierta forma me aterra que se de cuenta de que no somos nada parecidos. Pero nos amamos, y pienso que eso es lo más importante.

-¿Como creer aun mentiroso?- le digo con una sonrisa.

El suelta una gran carcajada. Y luego solo se mordisqueo un poco su labio.

-Okay. Muy buen punto.

El toma mi mano y lo posa en su pecho. Puedo sentir el palpitar de su corazón.

- No pido que creas todo lo que digo. Sólo pido que sientas, siente el palpitar de tu corazón.

-¿De mi corazón?- le pregunto con una sonrisa.

-Así es. De tu corazón, el corazón que llevo en mi pecho es prestado. Prestado en el hecho de que obviamente lo necesito para seguir viviendo, pero en otra perspectiva es todo tullo. El esta latiendo por ti, me has robado el corazón niñita. Odio ser tan débil, pero a la misma vez lo amo. Por que te amo a ti, y eres tu la que me vuelve débil.

-Lamento ser tu debilidad-le digo con los ojos llorosos.

- No te preocupes preciosa. Soy yo el que deseo esto, soy yo el que decidió tener una debilidad. Una debilidad que amo y a la misma vez me hace más fuerte.

- No sabía que significaba tanto para ti-le digo con una sonrisa.

-¿De qué hablar tarada?. Tu eres absolutamente todo. ¿Me escuchaste?. ¡TODO!. Para mi, y te juro que eso jamas va a cambiar. Lo que siento por ti nunca nadie lo podrá cambiar jamas.

-Eres un cursi-le digo sonrojada.

- No. Soy un hombre que expresa sus emociones, un caso nuevo y raro. Diría que algo famoso.

-¿Así?. ¿Y eso por que?- le digo con una sonrisa.

- Por que soy un egocentrico y creido con un corazón prácticamente prestado.

Yo suelto una risita.

-¿Por qué te ríes?. Lo que te digo es cierto.

Yo me acerco a ella y me subo en suma de el.

- Lo que tu digas bobito.

Un nuevo comienzo y un nuevo secreto {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora