25 años después de Duel monsters seguiremos la historia del hijo de Yugi Muto. Quien se embarcara en su propia aventura con nuevos amigos, nuevas cartas y nuevas mecánicas de juego.
Nuevos villanos aparecen y un espíritu maligno invade a nuestro pro...
—De acuerdo— tal vez era la primera vez jugando con este deck, pero lo había analizado lo suficiente para recordar la mayoría de los efectos de monstruos y cartas, así como estrategias y combos.
—Colocare un monstruo en posición de defensa boca abajo, y dos cartas boca abajo, y termino mi turno—
—¿Eso es todo?— dijo burlándose —Mi turno, Saco... Muy bien, invoco al Asaltante del cuidador de tumbas en modo de ataque y colocare dos cartas boca abajo. hora luchar, mi monstruo ataca a tu monstruo boca abajo— Su monstruo destruyó al mío, justo eso era lo que esperaba.
—Acabas de destruir a mi Dragon bebé de ojos rojos, cuando esté monstruo es destruido en batalla puedo invocar desde mi deck a cualquier monstruo ojos rojos. ¡Ahora invoco al ARCHIDEMONIO del relámpago de ojos rojos!— ¡Bien! justo como lo planeaba, ahora solo tengo que esperar mi turno para atacar directamente.
—Eso no es todo, puedo equipar el Dragón bebé de ojos rojos, a mi Archidemonio, elevando su ataque 400 puntos más— El monstruo paso de tener 2500 de ataque a 2900. —Argh, termino mi turno— decía fastidiado, eso dibujaba una sonrisa en mi rostro.
—De acuerdo, saco una carta, y ahora vuelvo a invocar a mi Archidemonio para que se convierta en un monstruo de efecto, ahora activo su efecto para destruir a todos los monstruos con defensa menor a su ataque— ahora su campo se encontraba sin monstruos.
—¡Nooo!—
—Muy bien, ¡ahora mi monstruo ataca a tus puntos de vida!...—
—¡No tan rápido! Activo mi trampa ¡Fuerza del espejo ahogante! Todos los monstruos en posición de ataque que controles se regresan a tu deck—
No!, ahora yo no tengo monstruos en mi campo, pero aún me quedan mis cartas boca abajo.
—Ahora, robo una carta, jajaja, perfecto, y ahora, activo mi carta mágica, ¡Forma del caos! y voy a usar como sacrificio al mago oscuro—
—¿¡Qué!?— entonces... El está usando mi deck, ¿cuánta probabilidad hay de que los dos tengamos las mismas cartas?
—Ahora, contempla. ¡El mago del caos negro! Cada que se active un efecto puedo destruir una carta en el campo, y aún no termino, le equipare la carta mágica, poder del guardián, cada que mi monstruo ataque aumenta su ataque y defensa en 500 puntos— Ahora lo confirmo, definitivamente está usan mi propio deck contra mi.
—Ahora te atacó directamente, y como el efecto de mi carta mágica se activa, mi mago del caos puede destruir tu carta boca abajo— No ahora estoy indefenso, y su monstruo me atacará y perderé 3000 puntos de vida.
Al recibir el golpe siento un fuerte dolor, como si realmente me atacara el mounstro.
—Ahhh... P-¿¡Por qué duele!?—
—Todos los discos de duelo provocan un ligero daño a su portador cada vez que se reducen sus puntos de vida— Dijo un chico a lo lejos. Cuando volte a ver quien me había respondido, me di cuenta que se trataba de William Kaiba, pero también se encontraban varios alumnos de diferentes grados observando nuestro duelo, no me había percatado de eso, incluso había maestros que al ver que se trataba de un simple duelo no quisieron intervenir. Me puse más nervioso ahora, todos me estaban mirando, y si fracasaba sería peor, no puedo permitirme perder y ser humillado frente a todos, así que saque mi siguiente carta.
—Es mi turno. ¡Robo!— vaya fue la sorpresa, robe la carta que me puede dar la victoria. —Activare mi carta mágica ¡Fusión de ojos rojos!. Puedo invocar un monstruo de fusión ojos rojos utilizando monstruos desde mi baraja... Ahora, ¡aparece! ¡Dragón de corte de ojos rojos!—
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—Ahora, yo también equipare a mi monstruo la carta mágica, poder del guardián... Ataca al ¡mago del caos!—
—Olvidaste que el poder del guardián aumenta el ataque de mi monstruo en 500 puntos—
—Si, claro que lo se— Se quedó confundido ante mi respuesta—Pero el efecto de mi Dragon se activa, y puedo equiparle un monstruo tipo guerrero en mi cementerio y mi Dragon obtiene 200 puntos de ataque, y agregando los 500 puntos de ataque del poder del guardián, ambos tienen 3500— Ahora solo tengo que esperar a que el actúe de la manera que espero, y así destruirlo al final.
—Pero al ser activado un efecto mi mago del caos puede destruir una carta, y elijo a tu dragón de corte de ojos rojos—
—Justo como esperaba— todos al rededor se impactaron por aquella respuesta. —Mi Dragon puede mandar al cementerio una carta que tenga equipada para negar un efecto, y si lo hace, destruye esa carta—
—Agh. Pero el poder de guardian evita que sea destruido—
—claro, pero para ello tu monstruo debe de perder los 500 puntos que ganó, asi que no puedes evitar que tú mago, o mas bien, mi mago sea destruido en batalla... ¡DRAGON DE CORTE DE OJOS ROJOS, ATACA!— Mi Dragon atacó a su monstruo con 3000 puntos de ataque, mientras que el mio tenía 3300.
—¡Nooo! Mi mago del caos... Ahhh! esto no ha terminado. Ahora es mi turno. Colocare un monstruo en posición de defensa boca abajo... Y- y termino mi turno...—
—Activo mi trampa, ¡El regreso de los ojos rojos!— ahora, en mi siguiente turno lo acabare. — El regreso de los ojos rojos me permite revivir a un monstruo normal a mi campo siempre y cuando controle a un Monstruo ojos rojos, así que vuelve a mi. ¡Dragon negro de ojos rojos!—
—No, no puede ser— el miedo se veía en sus ojos, un ataque más de mi Dragon de corte y este aumentará su ataque a 4000 puntos de ataque, lo que significa que de un golpe lo acabare.
—Es hora ponerle fin a este duelo. Robo una carta, y ahora, mi Dragon negro de ojos rojos ataca a tu monstruo baca abajo— Mi monstruo había destruido a su Diablillo de cuerno boca abajo.
—Y ahora, ¡Dragón de corte de ojos rojos, acabalo!— Mi monstruo atacó y los puntos de vida de mi oponente se disminuyeron a 0.
—¡Nooo!... ¿Cómo?... ¿Cómo perdí?— Decía mientras se tira al piso. —Tal vez se debe a que usaste un Deck que no te pertenece. Ahora, dame mis cartas como acordamos— le estire la mano, a lo que él cumplió su palabra y me dio mi deck, se levantó y se fue con la humillación de que un chico de nuevo ingreso le había ganado.
Se escucharon aplausos de todos los alumnos al rededor por el duelo que acaban de ver. Yo por mi parte solo mire mis cartas, y decidí irme mientras todos los alumnos me alababan. No me gusta llamar la atención.
Me fui a mi casa a descansar del día que tuve hoy.
