<Cap 5> Prueba.

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Al día siguiente en la ciudad, una alarma suena indicando que ya es hora de despertar de la cama y prepararse.

Una joven apaga el despertador y se levanta con mucha energía.

—¡Es hoy!— Grito la chica de pelo castaño, un grito que pudo despertar a medio vecindario.

Su madre quien se había levantado primero, entro a su habitación.

—Miriam! Baja la voz, aún es muy temprano, no puedes gritar así. Vas a despertar a los vecinos.

—Ah… lo siento mamá. ¡Es que estoy muy emocionada!

—Si, lo sé hija, pero ahora vístete y baja a desayunar.

—Si mamá.

La chica se preparó con su mochila donde tenía su uniforme deportivo y ella se vistió con una chamarra azul con sus mangas y capucha color crema y con pantalones de un azul más oscuro.

Su madre le preparo un desayuno variado y balanceado, ella necesitaba todas sus energías para su prueba de hoy.

—Muchas gracias por la comida mamá— agradeció después de comer y levanto sus platos y los llevo al fregadero.

—Bueno mamá, me tengo que ir, las pruebas son muy temprano, y no quiero llegar tarde.— Tomo sus cosas y se paró en la puerta.

—Esta bien hija, vete con cuidado, y te deseo mucha suerte.

—Gracias mamá, nos vemos luego.

Así Miriam salió de su casa y se dirigió rumbo a la escuela. Casi no había nadie en las calles, pues era muy temprano. Las pruebas eran una hora antes de que los alumnos ingresarán a clases de manera normal.

Mientras ella camina, se topó con un chico rubio quien cruzaba la calle rumbo a la escuela, era alguien que conocía. Miriam decidió seguirlo con cuidado.

Unos cuantos pasos después, el chico se paró de repente y Miriam se escondió en un arbusto.

—¿Por qué me estás siguiendo?— El había logrado notar la presencia de Miriam.

—No sirve de nada que te escondas, sal de ese arbusto.— Miriam hizo caso y salió de su escondite.

—¿Por qué me estabas siguiendo?

—Y-Yo ni te estaba siguiendo.

—Entonces ¿Por qué te escondidas?

—Bueno, yo… eso no importa. ¿¡Tu qué haces aquí a esta hora!?— El chico la volteo a ver. Se trataba de Zack.

—¿Qué no es obvio? Voy a la escuela.— Respondió de forma cortante.

—¿A está hora? Sabes que las clases inician una hora más tarde.

—Me gusta llegar temprano, puedo disfrutar de la soledad de la escuela.

—Eh… Si. P-pero…

—Como sea, eso no te importa, ya te respondí. Y no quiero seguir hablando contigo. — El se giró y continuo con su camino, sin importar lo que Miriam iba a decir.

El se alejaba mientras Miriam lo veía  —Zack…espera— Susurro y luego bajo su cabeza

El se paró en seco unos cuantos pasos mas.—¿Qué acaso no tenias tu prueba hoy? — Dijo Zack sin mirarla.

—Ah, si. Es cierto… Espera… ¿Como sabes de…?

—Solo vete.

—Ah… ¡Si!— Miriam recobro la compostura y se fue corriendo para llegar a tiempo. Mientras dejaba atrás a Zack, ahora era el quien la veía alejarse.

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