Yu-Gi-Oh! LEGACY

<Cap 12> Dead Memories

(Narra Zack)

Al final perdí el duelo contra Yurem, este por alguna razón, queria que le contase mi vida.

No sé con certeza el motivo, pero me imagino el porque. Cómo sea, aquí me tiene sentado en recargado en la pared apunto de contarle mi vida.

-Supongo que ya sabes cómo yo era antes ¿Verdad?

-¿Por qué lo dices?

-Miriam te lo contó ¿Cierto?

Yurem guardo silencio unos segundos.

-Si... Ella me lo contó, así que puedes comenzar despues de que se conocieron.

-Hmm. Está bien...
Miriam y yo nos conocimos en la primaria, eso ya lo sabes, durante todo ese tiempo fuimos mejores amigos, ella no se despegaba de mi ni yo de ella, pero me empeze a alejar de ella por culpa de padrastro.

-¿Tu padrastro? ¿Por qué?- Me interrumpio Yurem.

-Mi padre nos abandono a mi y a mi madre cuando yo nací, crecí sin una figura paterna toda mi vida hasta que mi madre conoció a un hombre que trabajaba en Kaiba Corp, empezaron a salir y cuando me di cuenta, el ya se había mudado con nosotros. Desde entonces es mi padrastro; al principio era soportable hasta cierto punto, el problema era cuando llegaba borracho a casa y discutía con mi madre, a veces peleaban aunque el estuviera sobrio.
Así hasta que un día discutían en el auto, mi madre era la que conducía y en un descuido chocamos, ella...

Guarde silencio bruscamente para no romper en llanto, pero mi voz se quebró un poco, supongo que Yurem lo noto.

-Mi madre falleció en el accidente, y yo me hice la cicatriz que tengo en la frente.

Yurem continuo en silencio, aunque note como si quisiera decir algo, pero no me quiso interrumpir, creo que así es mejor.

-Mi madre era hija única, no tenía otro familiar con quién quedarme, así que quede a custodia de mi padrastro, ahí todo cambio.
Si antes no me agradaba, ahora lo odiaba, se gastaba todo el dinero en alcohol y mujeres, me daba órdenes como si fuera su esclavo y jamás hacia buena comida, afortunadamente mi madre me enseñó a cocinar un poco, de esa manera pude sobrevivir.
Un día el se dió cuenta de que era bueno en los duelos de monstruos, y quiso aprovechar eso para inscribirme a torneos y ganar dinero; el primer torneo en que participe no entregaba dinero como premio, pero si un nuevo disco de duelo, y yo lo gane.

Saque mi disco de duelo, era de la generación pasada de discos y tenía algunos rayones, pero al menos no era esa antigüedad que traía Yurem.

-En ese torneo y en el siguiente, Miriam estaba ahí para apoyarme.
El segundo torneo lo perdí, el viejo idiota se molestó porque no gane puso como excusa que perdí porque Miriam me desconcentraba y me hacía débil, y que mis cartas eran basura. Todo esto acabo en dos cosas:
Me obligó a alejarme de Miriam y de mis antiguas cartas, porque eso me hacía débil. Una de esas cartas era esta.

Le mostré a Yurem mi carta del Dragón solar.

-El Dragón solar, está carta tiene una historia especial conmigo, pues me la regaló la quien en ese entonces era mi mejor amiga, este dragón tiene relación con el Dragón lunar de Miriam, pues a final de cuentas, su padre las diseño, ella me la dió en símbolo de nuestra amistad. Por eso que mi padrastro me obligó a deshacerme de ella.

Mire de reojo a Yurem y este hacia lo mismo mirando hacia mi. Guarde mi carta y continúe.

-La otra cosa que paso fue que mi padrastro robo un prototipo de Deck que la corporación Kaiba estaba desarrollando, claramente lo atraparon en la movida y lo despidieron, pero aquel deck ya estaba en mis manos; Los dragones de ojos amarillos. Así fue como los conseguí y hasta ahora soy el único que los tiene.
El mismo Seto Kaiba fue hasta mi casa para quitarme las cartas, pero yo sabía que esa era una oportunidad que no podía dejar pasar, lo rete a un duelo, si yo ganaba me quedaba las cartas.
Al final perdí, pero Seto Kaiba vio algo en mi y me propuso un trato:
Me dió una lista de Duelistas de mi misma edad, tenía que derrotarlos a todos usando a los ojos amarillos y si lo lograba me iba dejar las cartas e impulsar mi carrera como Duelista profesional. Indudablemente lo acepte y mi camino por ser el más fuerte empezó.