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Mi cabeza daba vueltas, los pensamientos se hallaban como un remolino en mi mente, ¿cómo Senjuro no podía conocer a ese chico?, si eran como 2 gotas de agua, ¿me estaré volviendo loca?, era una posibilidad.

Me acosté boca abajo sobre mi cama y hundí la cara en la almohada, tenía tarea quehacer, pero no me sentía con ánimos de nada, en ese momento mi compañera de cuarto entró a la habitación silenciosa como siempre.

—Oye ___—para mi sorpresa Kanao me estaba llamando.

—¿Sí?—giré mi cabeza hacía un lado para poder verla.

—¿Te pasa algo?—me preguntó sin rodeos.

—¿Por qué lo dices?—respondí haciéndome un poco la tonta.

—Bueno, en el tiempo que llevas aquí te he observado y últimamente te quedas mucho tiempo pensando y mirando a la nada—Kanao me sorprendió pasando de no decir nada a decir muchísimo en un periodo tan corto de tiempo.

—Espera, ¿por qué de repente hablas tanto?—pregunte confusa.

—Digamos que Tanjiro me dijo algunas cosas, pero no cambies el tema—respondió sonrojada.

—No te puedo contar o pensarás que estoy loca, además, ¿por qué te importa?, no es que seamos amigas—volví a hundir la cara en la almohada a la vez que hice una nota mental para preguntarle todo el chisme a Tanjiro mañana.

—Tal vez pueda pensar que estás loca y tal vez también te puedo ayudar y no somos amigas, pero quiero que lo seamos—la sinceridad en su voz me hizo tomar algo de confianza.

—Está bieeeen—suspire y tomé asiento en la cama para poder contarle—ayer conocí al chico más guapo que he visto en mi vida, fue en el receso, te vi con tu media hermana y sus amigos, le pregunté a Tanjiro quiénes eran, pero él no podía ver a ese chico, luego te pregunté a ti y tampoco sabías quien era, ¿cómo puedo ver a alguien que nadie mas ve?, además es idéntico a Senjuro, ¿cómo eso puede ser posible?, hoy lo vi de nuevo con los amigos de tu hermana, estaba riendo con los demás, creo que me gusta, cuando lo veo siento una sensación de calidez, ¿verdad que ya me volví loca?—sacar todo eso de mi interior fue difícil, pero liberador.

—¿Ok?—Kanao sólo me miro—Perdón ____, pero estoy analizando lo que me dijiste, no creo que estés loca porque, ¿cómo serías capaz de ver alguien idéntico a Senjuro?, ¿has probado quizá hablarle directamente a ese chico?—la chica se veía mucho más confundida que yo y no la culpaba.

—¿Hablarle directamente?, no no no, yo pasó, gracias—de sólo pensarlo mi piel se ponía de gallina.

—Piénsalo, creo que es la única forma de resolver este misterio—.

Después de decir eso y hablar un poco más Kanao se fue a dormir, traté de hacer lo mismo pero me fue imposible, ¿sería capaz de hablarle?, los rayos del sol empezaron a iluminar el cuarto indicando que ya estaba amaneciendo y que yo no había dormido nada.

Me metí a bañar aún pensando en él, deseaba que el agua se llevara todos mis pensamientos de una vez. Me vi al espejo y peiné mi cabello, quizás lo estaba pensando demasiado, tal vez sí debía hablarle, ¿qué es lo peor que podía pasar?, lo único a lo que me arriesgaba es a darme cuenta que estaba loca pero era algo que ya hubiera sabido.

Apliqué un poco de maquillaje en mi cara y traté de lucir lo mejor posible, después de todo le iba a hablar al chico de mis sueños. Espere a que dieran las 7, tomé mis cosas y caminé a clases, las horas pasaron una tras otra de manera muy rápida, las manos me sudaban muchísimo.

—¿Todo bien ____?—ya en el descanso Tanjiro colocó su mano en mi hombro, supongo que mi nerviosismo era evidente, además de que mi vista estaba clavada en alguien.

—Sí, sólo que no hice la tarea, ¿podrías decirle al profesor que faltaré a clase porque me siento mal?—en parte no le mentí.

—Claro ___, ¿pero en serio estás bien?, ¿me contarías si te pasara algo?—dijo insistente, en parte su preocupación por mi me hizo sentir mejor.

—Claro—le sonreí—Por cierto todavía tienes que contarme lo de Kanao, ayer mantuvo una conversación conmigo—.

—¿En serio de qué?—la cara de Tanjiro se ruborizo.

—Luego te contaré—en ese momento la campana sonó, todos comenzaron a recoger sus cosas y a salir del comedor—¿Me cubres entonces?—le pregunté.

—Claro, nos vemos después—salió de la cafetería con Zenitzu e Inosuke.

Volteo de nuevo a ver a ese chico, espere a que él y sus amigos salieran de la cafetería y una vez que lo hicieron caminé en la misma dirección que ellos, vi que todos entraron a sus salones menos él, lo cual me hacía las cosas más fáciles, pero ¿por qué el no había entrado?, tal vez notó que los estaba siguiendo, escalofríos recorrían mi cuerpo. Me escondí tras una pared, cuando me asomé lo vi recargado en un barandal, tragué saliva y decidida me le acerqué.

—H-hola—dije con dificultad, pero él ni siquiera volteó a verme, ¿qué le pasa?—¡Oye!–alce la voz molesta, él seguía sin voltear, lo que me irritó muchísimo más—¡OYE TÚ, EL DE CABELLO DE FLAMA, TE HABLÓ A TI!—lo señalé ya enojada, volteó a verme con los ojos abiertos como platos, como si hubiera visto un fantasma.
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Cuando te encuentre (KyojuroRengokuxLectora) (Kyojuro Rengoku) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora