Capítulo 16

7 0 0
                                    

El verdadero amante es el hombre que puede excitarte con un beso en la frente, con una sonrisa osimplemente con una mirada desde la distancia.DREW CALLAHAN

                                                                               [Fable]

La sala es pequeña y oscura y está hasta arriba de gente. Casi no puedo moverme de lo lleno que está, pero nome importa. Tengo los brazos por encima de la cabeza y las manos en el aire. Las luces son intermitentes,sincronizadas con el ritmo de la música. Estoy bailando hasta la extenuación, tengo el pelo sudado y meduelen las piernas.

Qué noche tan fantástica, estoy abrumada por lo bien que me lo estoy pasando. Me siento genial

Jen baila conmigo y es sorprendentemente buena, lleva el ritmo en las venas y me anima a esforzarmemás. Un grupo de chicos nos ha rodeado antes en un intento por bailar con nosotras, pero nos hemos girado launa hacia la otra, como si estuviéramos en algún tipo de cita. Yo quería desalentarlos y ella también, así queafortunadamente pensábamos lo mismo. 

Bailamos juntas, chocándonos la una contra la otra y riéndonos un poquito porque ella está un pocoborracha y yo también, aunque no de alcohol. Por una vez en mi vida, parece que todo va por buen camino.Como si nada obstaculizara mi camino. 

Sí, es un cliché. Pero esta vez es positivo. Podría empezar a cantar canciones cursis de los ochentaporque siento que nada puede detenerme ahora.

Los chicos retroceden y forman un semicírculo alrededor de nosotras mientras bailamos, riéndose acarcajadas, dando voces y por lo general, actuando como pervertidos. Los alentamos, meciendo las caderas ysacando pecho. Ni siquiera voy vestida de forma sexy. Elegí ropa informal, unos vaqueros y una bonitacamisa a cuadros, que encontré de oferta en Target, con una camiseta blanca por debajo.

Informalmente guapa, supongo, porque ¿a quién trato de impresionar? En principio, mi chico no iba aestar aquí.

Todavía no está aquí.

Empieza otra canción. Esta es lenta y parece que todo el mundo se marcha de la pista a la vez. Jen y yonos miramos y también optamos por salir de la pista de baile y nos dirigimos al bar. Jen mueve su delgadoculo entre la muchedumbre y de algún modo se gana la atención inmediata del camarero y nos pide un vaso deagua fría.

Cuando me pasa el agua, me la bebo de un trago y me refresca la garganta seca. Las luces se han vueltocompletamente tenues mientras algunas parejas bailan lento. La mayoría casi no se mueven, simplementearrastran los pies mientras se centran en su pareja.

Agradezco el descanso, pero también echo de menos a Drew. Observar a las parejas bailando despiertaun profundo deseo en mí. Llevamos bailando más de una hora. Pensé que a estas alturas ya habría llegado.

¿Dónde estará?

—Tengo que irme pronto. —Jen se aparta un pelo mojado de la frente—. ¿Tu novio vendrá a por ti o no?

—Eso creía.

Echo un vistazo a la sala pero no veo nada. Está demasiado oscuro.

—Huh. —Da un sorbo a su bebida—. De ninguna manera te voy a dejar aquí sola esperándole. Puedollevarte a casa. 

—No tienes que...

Jen me corta.

—Te he recogido, así que puedo llevarte a casa. No te preocupes.

—Bien, gracias.

Asiento con la cabeza y enderezo los hombros. Me niego a sentirme decepcionada. También me niego aenviarle un mensaje. Sabe exactamente dónde estoy, así que ¿por qué demonios tarda tanto?

Segundas Oportunidades.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora