Capítulo 7

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Haz magia. Introdúcele el corazón sin tocarla.ANÓNIMO

                                                                         [Fable]

La frase de Drew me coge por sorpresa y lo único que puedo hacer es sentarme y mirarlo. No sé qué decir,cómo reaccionar. Creo que sigo impresionada por el hecho de que estamos sentados en su camioneta. Juntos.Solos. Como si los dos últimos meses no hubieran pasado y volviéramos a estar donde empezamos. 

Pero conozco todos sus secretos. Bueno, la mayoría. Y son horribles. Él está al corriente de algunos delos míos, aunque no tengo muchos. Con él he sido un libro abierto desde el principio. Los pocos secretos queme quedan no son tan cruciales como los suyos. Mi madre es una borracha perdedora en paro. No he tenidoningún contacto con mi padre en toda mi vida. Drew ya sabe todo eso. 

Oh, mi hermano se salta las clases, fuma hierba y no puedo hacer mucho sobre ese tema. Drew no sabemucho de Owen. Ni de mis propias inseguridades y miedos, la forma en la que me mantienen atrapada en estavida que no va a ninguna parte. Que siento que tengo que ocuparme de mi hermano todo el tiempo porqueseguro que nuestra madre no lo hará. 

Lo único que puedo controlar por completo soy yo y mis reacciones ante la vida. En este precisomomento, solo puedo controlar la reacción que tengo con Drew. Así que me siento aquí y espero. Espero aque sea él quien dé el primer paso y hable, porque yo no hablaré hasta que lo haga él. Es su turno. 

A pesar de las señales de advertencia que resuenan en mi cabeza, quiero que haga ese primer movimiento.

—Fable, yo... —se detiene y traga saliva—, no estoy lo bastante sobrio como para llevarte a casa.

Me embarga la decepción. Ahí va el primer movimiento.

—Llamaré a un taxi.

Como si pudiera permitírmelo, pero ¿qué demonios se supone que puedo hacer?

—No. —Sacude la cabeza—. Quiero que te quedes conmigo. Esta noche.

Todo mi interior me grita que salga corriendo, que huya muy, muy lejos. También hay una pequeña partede mí que opina que debería quedarme. Caer redonda en su sofá y despertarme por la mañana revitalizadadespués de pasar la noche en la misma casa que la persona a la que amo. No vamos a hacer nada. Tal vezhablemos. Tal vez consiga hacerle confesar por qué me pidió que lo rescatara con esa hermosa y trágica notay luego se negó a responder mis mensajes.

Sí, todavía quiero una respuesta sobre eso en concreto.

—No debería —susurro.

—Por favor. —Se aclara la garganta—. No pasará nada. Te lo prometo.

Cierro los ojos, mis pensamientos y mis sentimientos entran en conflicto. Estoy en guerra conmigo mismay lo odio. Quizás quiero que pase algo. Quizás quiero tener sexo guarro, escandaloso y alucinante con DrewCallahan. Pero sus palabras y sus modales caballerescos podrían dominarle. El chico es demasiadocaballeroso. 

Esta noche no me apetece nada de caballerosidad. Quiero comodidad, pasión. Ansío lo que Drew puededarme. Deliciosos besos calientes, increíble placer...

Podemos hablar. —Estira el brazo y coloca la mano en mi brazo. Tiene la palma caliente, los dedos levemente ásperos cuando me acaricia la piel y mi cuerpo reacciona de inmediato. Siento un hormiguea y elcorazón me va a mil. Pienso en cómo Colin me tocó antes y no pasó nada.

Pienso en cómo con una simple mirada de Drew me entran ganas de quitarme la ropa y mostrarle hasta elalma.

—¿Hablar de qué?

Segundas Oportunidades.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora