31.- Navidades américanas

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Los huevos de águila calva habían eclosionado escalonadamente a lo largo de mediados de septiembre y octubre. Las dos jóvenes parejas importadas por Severus después de un juicioso uso de los hechizos promotores de la nidificación y un ligero confundus, fueron presentadas con replicas de nidos reales en Prince Manor. Una de ellas estaba empezando a ejecutar los primeros vuelos de cortejo, la otra inspeccionaba a menudo los nidos.

Los huevos fueron colocados bajo los cuidados de las más experimentadas parejas de búho real de los Malfoy, en nidos especialmente preparados en una sección completamente separada de la lechucería de Prince Manor. Eso sí, con un amuleto glamur en las aves para hacer que los aguiluchos los viesen como águilas. Lucius sabia que con el manejo y los hechizos adecuados, era fácil inducir a empollar y criar fuera de época a sus aves. Ni siquiera necesitaba que pusieran huevos... lo más difícil fue convencer a los búhos de la necesidad de alimentar a las crías con pescado, aunque de vez en cuando, las mamás mas obstinadas les presentaban algún ratoncillo... pero una vez superado ese escollo (gracias al apetito y los instintos de los pequeños polluelos) para diciembre tenían a los aguiluchos emplumados y haciendo sus primeros vuelos y exploraciones por la zona, retornando siempre para ser alimentados indistintamente por elfos y humanos, habiendo aprendido desde muy temprano que estos eran sus cuidadores.

HP&SS

Las repercusiones de la captura de Petigrew y la pública declaración de inocencia de Sirius Black mantuvieron las portadas de los periódicos llenas de jugosas noticias y si muchas de ellas no arrojaban una luz muy favorable sobre Dumbledore o Fudge, bien.... se lo habían buscado concienzudamente. La carrera política de Fudge estaba arruinada por completo... y sus finanzas muy resentidas.

El Wizengamot había demandando que parte de la compensación de Sirius Black saliese de las cuentas personales de Cornelius Fudge; Millicent Bagnold, la que fuera ministra en el momento dela ilegal encarcelación y Albus Dumbledore, Jefe del Wizengamot. Con el rabo entre las patas, y para salvaguardar los que restaba de reputación de su familia, Cornelius había entregado discretamente su carta de renuncia aduciendo motivos de salud. Las nuevas elecciones se presentaban movidas.

Los Weasley (Molly especialmente)reaccionaron muy mal ante la noticia de que durante años, habían alojado bajo su techo sin saberlo a un criminal. La idea de un hombre adulto compartiendo dormitorio con dos de sus hijos y últimamente con Ginny, puso toda clase de horrendos escenarios en la mente de los disgustados padres. Los gemelos, Percy y Ginny fueron examinados rigurosamente por varios sanadores y medimagos (incluso un experto en trauma mental enviado por el propio Ministerio) y Arthur mandó una lechuza urgente a Charlie, para que Ron también pasase control médico en Rumanía.

Los restantes compañeros que habían compartido dormitorio con alguno de los Weasley también pasaron un examen médico específico, y a toda la casa de Gryffindor se le ofreció apoyo psicológico. Ginny y sus compañeras aun sentían escalofríos recordando como Scabbers las miraba con sus negros ojillos saltones y húmedos, atusándose freneticamente los bigotes.

Las escasas posesiones recibidas de Petigrew no calmaron los nervios de una hiperprotectiva Molly. Muchos padres expresaron su temor, y aunque los animagos eran relativamente raros y por ley debían registrarse, el Consejo escolar acabó acordando que ciertas protecciones(al menos en los dormitorios y salas comunes de las cuatro Casas) debían ser implementadas por la escuela.

Albus se encontró a si mismo atendiendo demasiados frentes, tratando de salvar sus parcelas de poder y de minimizar la interferencia de un Consejo Escolar que repentinamente estaba muy atento a todas sus acciones. ¡Y qué decir del Wizengamot! Con la precipitada sucesión de varias casas de importancia, el tribunal era una arena quizás aun más peligrosa.

Una Pareja ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora