𝘋𝘢𝘥𝘥𝘺 𝘐𝘴𝘴𝘶𝘦𝘴 ✔️

Cap.VI

~𝐒𝐡𝐞~

Michelle caminaba tranquila. Había convencido a Richie de que la dejara ir sola a casa.

¿La verdad?

Solo quería evitar llegar a casa antes de que su madre se acostara.

Se sentía mal por mentirle, pero peor se sentiría diciendo la verdad.

Sonrió recordando como había llegado temprano a su casa, ella estaba en el tejado tumbada, reflexionando si debía tomarse alguna pastilla, había vuelto a ver el globo rojo y no estaba nada tranquila.
Sin embargo descartó la idea de solucionar sus problemas con pastillas al verlo trepar el árbol al frente de su ventana.

-¿Como te va, Romeo? - preguntó ella asustandolo -Oh venga, ni que hubieses visto a la madre de Eddie para asustarte de esa manera- rió.

Richie trepó al techo tumbandose a su lado.

-No me asustaba tanto desde que va aquel- se quedó callado.

Michelle se tumbó boca abajo observándolo - ¿Aquel que? - preguntó curiosa.

Richie negó.

-¿Aquel que, Rich? No te avergüences- dijo acariciando su mano.

-Te vas a reír de mí-

-¿En serio crees eso? No hay nada de malo en temerle a algo- comentó distraída.

-Payaso- confesó - Me dan miedo los payasos- se recolocó las gafas mirando hacia otro lado.

-¿Y como no te asustas al mirarte al espejo? - preguntó ella fingiendo curiosidad - Digo, tu eres bastante payaso la verdad-

Richie comenzó a reír descontroladamente.

-¡oye!- se quejó - ¡De supone que yo soy el bromista aquí! -

-Sí te sirve de consuelo, siempre me sacas una sonrisa haciendo tus idioteces- confesó la rubia.

Richie la abrazó.

-Pues si tengo que ser un idiota para oír tu risa, cariño, seré un idiota toda la vida-

Michelle se sobresaltó al oír unas pisadas rápidas a su derecha.

Giró hacia donde provenía el ruido.

-¿Michelle? - oyó una voz vagamente familiar -¡Michelle! - entonces lo vio.

Si padre la saludaba con la mano desde la entrada de una casa abandonada.

Su corazón comenzó a latir rápidamente.

Miró a su alrededor, pero la calle estaba vacía.

Volvió la vista hacia su padre, parecía esperarla.

-¡Michelle! - volvió a llamarla -Pequeña, ven- extendió sus brazos hacia ella.

Su cuerpo comenzó a dirigirse hacia él casi inconscientemente.