Eryx caminaba entre la multitud, aún impactado por lo que había escuchado sobre lo sucedido entre Harry y el profesor Quirrell. La noticia había corrido rápido gracias a Draco y sus inseparables secuaces. La preocupación lo invadía mientras avanzaba, con una bolsa de dulces en una mano y un recipiente con comida en la otra. Sabía muy bien que la comida de la enfermería no era la mejor, sobre todo después de su propia experiencia allí, cuando un ataque de ansiedad lo había dejado inconsciente.
Al llegar a la enfermería, encontró a Hermione y Ron esperando fuera con evidente nerviosismo. Pomfrey, sin duda, les habría prohibido entrar a ver a Harry.
—¿Aún no los dejan entrar? —preguntó Eryx, llamando la atención de ambos.
—¡Eryx! —exclamó Hermione, abrazándolo con alivio.
—¡Ey! Cuidado con la comida —dijo riendo—. Me duele un poco que no me hayan llevado con ustedes a esa aventura, pero al menos me alegra que Hermione haya roto las reglas por una vez.
Hermione soltó una risa divertida, separándose de él. En ese momento, Pomfrey abrió la puerta. Hermione fue la primera en entrar, seguida por Ron y finalmente Eryx, que se apresuró a dejar la comida en la mesita junto a la cama de Harry. Había preparado milanesa y spaghetti, algo mucho más apetitoso que las sopas insípidas de la enfermera.
—Oh, Harry; estábamos seguros de que te... Dumbledore estaba tan preocupado... —dijo Hermione con los ojos empañados.
—Todo el colegio habla de ello —añadió Ron—. ¿Qué es lo que realmente pasó?
Harry, todavía algo débil, comenzó a relatar la historia. Les contó todo sobre Quirrell, el espejo, la Piedra Filosofal y Voldemort. Hermione y Ron reaccionaban con exclamaciones y jadeos en los momentos más impactantes. Cuando Harry describió lo que había bajo el turbante de Quirrell, Hermione soltó un grito ahogado.
—¡Niña, no asustes! —exclamó Eryx, mirándola con una sonrisa divertida.
—¿Entonces la Piedra ya no existe? —preguntó Ron con expresión de asombro—. ¿Flamel morirá?
—Eso es lo que yo dije —respondió Harry—, pero Dumbledore piensa que... ¡Ah, sí!: «Para las mentes bien organizadas, la muerte es la siguiente gran aventura».
—Siempre dije que estaba loco —murmuró Ron, aunque claramente impresionado.
—¿Y ustedes dos? —preguntó Harry, mirando a sus amigos—. ¡Sin ofender, Eryx!
—Ya no estoy molesto porque no me invitaran —respondió el rubio, encogiéndose de hombros.
—Bueno, yo volví —explicó Hermione—, desperté a Ron, aunque tardé un rato largo, y cuando íbamos a la lechucería para contactar con Dumbledore, lo encontramos en el vestíbulo. Pero ya lo sabía todo. Nos dijo: «Harry se fue a buscarlo, ¿no?», y subió directo al tercer piso.
—¿Crees que él quería que lo hicieras? —preguntó Ron—. Te dio la capa de invisibilidad, después de todo.
—Bueno —intervino Hermione—. Si lo hizo... eso es terrible. Te podían haber matado.
—No, no fue así —dijo Harry, reflexionando—. Dumbledore es un hombre especial. Creo que quería darme una oportunidad. Sabía, más o menos, lo que estaba ocurriendo. En lugar de detenernos, nos enseñó lo suficiente para ayudarnos. No creo que fuera una coincidencia que me dejara encontrar el espejo y entender cómo funcionaba. Como si pensara que yo tenía derecho a enfrentar a Voldemort, si podía.
Ron asintió lentamente, aunque su expresión seguía siendo de asombro.
—Bueno, ya está —dijo Ron—. Escucha, debes estar mejor para mañana, es la fiesta de fin de curso. Ya están todos los puntos contados y, por supuesto, Slytherin ganó —añadió mirando de reojo a Eryx, que sonrió triunfal—. Te perdiste el último partido de quidditch. Sin ti, Ravenclaw nos aplastó, pero bueno, la comida será buena.

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Colors - Harry Potter
FanfictionEryx Tonks es un metamorfomago igual que su hermana mayor, Nymphadora Tonks. El chico tenia entendido que Harry Potter estaría en el mismo año que el pero no tenia planeado que sus caminos chocaran metiéndose en problemas al igual que su hermana en...