Capítulo 1

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Ben.

Siendo una mañana muy gris y tétrica, no me cambia el ánimo increíble que tengo hoy. Caminar con mis auriculares a todo volumen, es un plus. Le sonrío a las chicas que voltean a verme y algunas me devuelven el gesto. Mi trabajo queda relativamente cerca de casa y hoy tenía ánimos de caminar.

Usualmente me gusta sacar el auto de mi padre, pero hoy está de malas y no tenía ánimos de discutir con él. La mañana avanza tranquila, los clientes de la pequeña tienda de ropa en la que trabajo, se comportan muy amables. Es fin de mes y todos están de buen humor.

Mi turno termina y camino directo a la parada de autobús, fumando un cigarro y los auriculares a todo volumen. Una chica me mira de reojo y sonríe, debe ser una de las que conocí el fin de semana pasado. Intento acercarme a ella, pero mi celular vibra en mi bolsillo y me detengo.

¿Ya estas en camino? —grita desde el otro lado.

—Sí, Zo, estoy en la parada de autobús —ruedo los ojos sabiendo que no puede verme.

Pues apúrate, ya estoy en la fila para pedir el almuerzo.

Relájate —me burlo y la chica a mi lado se mueve incomoda—, esa fila no avanza nunca y estoy cerca, pídeme lo de siempre.

No soy tu empleada.

—Pero lo harás —se burla y corta la llamada.

No pude entablar conversación con la chica que me encontré en la parada de autobús, no subió junto a mi como lo esperaba. Reviso rápidamente los mensajes en mi celular, muchos de ellos son de las chicas que conocí en la última fiesta. Sinceramente... No recuerdo con claridad a cada una de ellas, estuve ebrio y mi cuidadora no estaba de buenas ese día. Esa chica malhumorada llamada Zoey se encarga de ciudarme en las fiestas cuando estoy demasiado ebrio y yo lo hago cuando ella lo está. Tenemos una regla fundamental de no embriagarnos al mismo tiempo y hasta ahora lo hemos cumplido a la perfección.

Llego a la cafetería y me siento en la mesa de siempre, luego de estar sentado diez minutos, la veo llegar con dos bandejas. Me burlo por los ánimos que trae y me da a suponer que no le ha ido bien esta mañana.

—¿Qué es tan gracioso? —dice al sentarse frente a mi.

—Tu cara —me encojo de hombros—. ¿Con quién te peleaste hoy?

—Con nadie —se burla—, bueno... Hoy en la biblioteca una chica nueva me preguntó algunas cosas.

—Y como eres la más amable del mundo, pudiste ayudarla —interrumpo con mucho sarcasmo.

—Idiota —rueda los ojos—, sí pude ayudarla con un poco de información, pero luego quiso hablar y esas cosas no se me dan.

—Relájate, solo es una persona más.

—Bueno, en fin... —su voz en interrumpida por el sonido de su celular. Desvía la mirada luego de ver la pantalla y suspira.

—¿Problemas en el paraíso?

—Es Dean.

—Creí que lo habías mandado a la mierda hace semanas —cruzo los brazos.

—Volvimos, Ben —todo su enojo se fue por donde vino—, siento que esta vez va a cambiar y me lo ha prometido.

—Zo, llevan dos años con lo mismo.

—Lo sé, pero siento que aun lo quiero y hemos hablado mucho.

—Ahí está.

—¿Qué cosa? —mira a su alrededor confundida.

—La persona malhumorada, con carácter fuerte, independiente... Yéndose a la mierda por milésima vez.

—No empieces —suspira.

—Bueno, corre —le doy un bocado a mi comida y luego de tragar, agrego—, no hagas esperar al imbecil.

Dean, el estúpido ex o posiblemente regreso de mi mejor amiga. Ese tipo nunca me ha podido caer bien, su actitud de patan no encaja con su terrible aspecto. Hasta ahora no entiendo como alguien como Zoey puede aguantar a ese tipo.

Ella no dice nada, termina su almuerzo en silencio y nos despedimos al salir de la cafetería. Voy a mis clases y ella a las suyas en el otro lado del campus.

Zoey y yo somos tan diferentes, ella sigue empeñada en salvar esa relación de mierda y yo... Solo pienso en ver a quien me llevo a la cama el fin de semana. No me mal intérpretes, me gusta divertirme, con la debida precaución y con las chicas que ya me conocen. Bueno, tampoco está mal conocer a alguien más de vez en cuando.

Sí, soy la clase de chico que prefiere huir del amor ¿Por qué? Me han fallado lo suficiente para no confiar en nadie. En un mundo en donde el sexo se consigue más fácil que el amor, ¿para qué ir contra ello?
No me gusta pretender que me importa una chica solo para estar entre sus piernas, siempre las cosas claras desde el principio aunque, no voy por la vida acercándome a una chica tipo: hola ¿Qué tal? ¿Quieres tener sexo conmigo?

Evitar el amor a toda costa, hacer lo que se me de la gana, sin dañar a nadie y por último... Tratar de ser lo menos imbecil posible.

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Tranqui, aun no debemos odiar a nadie, tendrás mucho por odiar más adelante. UwU

Ben & ZoeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora