EL DESAFORTUNADO PARK

XVII

La clase de Salud Pública a Jimin al comienzo no le gustaba, eso de leer normas del gobierno, ministerio de salud y las distintas instituciones de las que dispone el estado para poder ofrecer un servicio de salud de calidad a los ciudadanos parecía ser un tema aburrido y eso sucedió hasta la tercera semana, luego todo fue haciéndose más interesante, al mismo tiempo se dio cuenta de que con este conocimiento podía evaluar que tan bien van los proyectos realizados por el gobierno en las estadísticas que también tenía que estudiar y que es lo que podría hacer él como profesional en un futuro.
Un pensamiento bastante profundo como para ser un viernes en la mañana escuchando sus clases, apuntando todo lo que puede y tratando de esconder su café de la Magister.

-Jimin, si no quieres tirar ese café mejor déjalo en el suelo hasta que termine mi clase.

-Lo siento.- no le apodan la "tercer ojo" por nada, le quedaba perfecto.
Unos quince minutos más y la clase había terminado. Lastima que el café estuviera congelado, aunque tal vez con unos hielitos tendría mejor sabor.- Olvidalo Jimin, no estás en tu casa. Ahora que lo pensaba era raro que no haya sucedido nada. Llevaba casi un mes sin incidentes, por momentos se sentía un súper héroe, no sabía si el destino se estaba burlando de él, es absurdo pensar que la suerte es una mocosa de como tres años que se ensaña contigo nada más porque le caes mal. Por favor díganme que no es cierto.
Quitándose todos eso pensamientos de la cabeza revisó su celular, un mensaje de Jungkook esta primero entre todas las notificaciones.

Denle una medalla por la madurez a Jimin por favor, se la merece. Él tampoco se entendía mucho, desde la conversación con Jin estaba sintiéndose un poco extraño al pasar tiempo con Jungkook. Nunca había salido con nadie y no sabía exactamente qué pasos dar, pero se preguntaba si eran solo amigos o todas las bromas del mayor eran ciertas.
No quería aceptarlo, sin embargo tenía un muy fuerte apego por él.

Traducción rápida de la autora: A Jimin le gusta Jungkook, de nada.

Estaba esperando en la parada de autobuses ya veinte minutos, justo cuando estaba por perder la paciencia llega el bus, pero no para.

-¿Como carajos? Esto no puede ser, ya volviste desgraciada. No me digas, va a llover.- Como por arte de magia unas pequeñas gotas comienzan a caer del cielo.- Que sepas que no me sorprendes, eres demasiado cliché.

Un auto pasa más cerca de lo normal y sus llantas hacen al charco de agua en la pista salir directo hacia la cara de el desafortunado Park.

-Esta si que es nueva, te odio.- Un nuevo mensaje llega y ve en la pantalla el nombre "Jungkook".

- No te voy a contestar, idiota.- La lluvia se intensifica y ahora dos carros más pasan por el mismo charco.- ¡Esto es el colmo!

Ya cansado decide ir a casa caminando, ya estaba mojado de todos modos, vuelve a sonar otro mensaje del mismo chico.

- ¡Ya sé quien es y no voy a contestar! -Comienza a caminar mojado y enojado. La tienda de paraguas está convenientemente cerrada por hoy, esto ya no es gracioso, es triste.

El celular suena por tercera vez.

"Vamos a comprobar una teoría"- Piensa, pero no lo dice.

-¡Ya dije que no contestaré, no lo haré!- sigue caminando, estaba seguro de que solo estaba alucinando, unos minutos después cae al suelo por tropezar con los cordones de sus zapatos.

-¿Así es como funciona ahora? Si estoy bien con él no me pasa nada y si no le contesto volveré a mi mala suerte.

-¡Si te agrada tanto deberías iluminar su cerebro y decirle que es lo que me molesta!- A este punto algunas personas que iban a sus casas apuradas comenzaron a mirarlo de manera extraña.- ¡No es todo mi culpa!

Entonces agarra nuevamente el teléfono, limpia la pantalla y lo cubre para que la lluvia no lo moje.

-Eso fue muy rápido.

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CAPITULO 17, se me hizo un poco corto.
Intentaré que los de mañana sean más largos.
Gracias por leerme💜

Melissart~