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Un día terrible, una semana terrible, un año terrible, una vida terrible. Ese era en resumen la existencia de Jimin.
Cuando nació su madre enfermó y no pudo cargarlo hasta 6 meses después, su padre perdió el empleo en el que llevaba mas de 5 años, fueron momentos difíciles para la reciente familia Park, sus padres se habían casado dos años antes de su nacimiento y esta baja los hizo perder su estabilidad económica. Pero los Park tienen una característica que Jimin al parecer no comparte, el optimismo. Su padre y su madre nunca se rindieron, el amor que se tenían y el que le tenían a su hijo recién nacido fue más fuerte que las adversidades y lograron salir adelante, paso a paso. Dos años después de la crisis su madre queda embarazada y nace su preciado hermano JiHuyn. Tres meses después el nacimiento de su hermano, Jimin se pierde en el súper, sus padres asustados corren buscándolo y gritando su nombre mientras el está feliz en la tienda de juguetes del centro comercial.

Una hora después lo encontraron en la misma tienda, mirando el mismo juguete, que por supuesto no le compraron porque no había suficiente dinero. Sus próximos años fueron normales, solamente se cayó de las escaleras 3 veces, por suerte estaba tapizado con una suave alfombra. Se le resbalaba el jugo de la lonchera un vez por semana y su frijolito del Kínder en vez de germinar, se pudrió.

Los accidentes casi mortales llegaron a partir de los 10 años. Comió veneno con comida que sus padres dejaron para el pericote que había en su casa, afortunadamente se dieron cuenta a tiempo y lo llevaron al hospital, desde ahí pregunta si algo de la cocina tiene veneno.
En su primer paseo en bicicleta después de aprender a usarla, estuvo a punto de ser atropellado por un bus que frenó a tiempo, ese día recibió muchos insultos y reprimendas por parte del chófer.
En su viaje de estudios todo le fue bien hasta que, por olvidarse el teléfono en la habitación del hotel donde se quedaban los estudiantes. Fue dejado y tuvieron que volver por el 3 horas después.
Nunca había besado a nadie aunque Taehyung le inventara un beso para no ser objeto de burlas de parte de sus compañeros, él solo había estado interesado en un chico y cada que decidía hablarle, surgía un inconveniente ya sea con el profesor, su amigo, sus cosas perdidas, cortesía del grupo castroso del aula. Cuando por fin logró decirle "Hola", el lindo chico le dijo tan amablemente.

-Hola Jimin, justo te iba a hablar, disculpa si soy directo, pero tu tendrás de casualidad el número de Jiyoung, es que vi que son amigos y ella realmente me gusta.- Hetero, un año entero enamorado de un H E T E R O.

-Esto tiene que ser una maldita broma.

- ¿Qué?

- Que su número se lo puedes preguntar en persona. ¡Jiyoung, le gustas Choi Yoong Ah y quiere tu número de teléfono!- Okay, lo que hizo estaba mal y el chico no tenía la culpa de sus desgracias, ni de gustarle la empanada, pero el pobre Jimin ese día se desquitó un poco la rabia que sentía. Un mes después su ex amor platónico estaba saliendo con Jiyoung y hasta le fue a agradecer por lo que hizo, Jimin tendría que ver todo lo que restaba del año la reciente pareja, comiéndose en cada receso.

- ¿En qué tanto piensas Jimin?- Una voz que conocía hace poco lo sacó de sus pensamientos y lo obligo a poner atención al chico con lindos y grandes ojos curiosos que lo miraba atentamente frente a él.

-Estaba pensando, en unas cuantas cosas. ¿Tienes mi camisa?- responde un poco serio.

-Si, pude retirar la mancha, puedes quedarte con mi camiseta. Mantenla en tu maleta por si vuelves a tener un accidente, así podrás cambiarte si lo necesitas.

- No es necesario, pero lo aceptaré.

-¿Dime, por qué estás tan serio hoy?- Jungkook realmente quería saber porque tenía la mirada tan perdida.

EL DESAFORTUNADO PARK Donde viven las historias. Descúbrelo ahora