˚⁀➷⚘ c. 1990
_____ trabaja en el cementerio de Poblenou. Un misterioso joven se muda a la ciudad y, rápidamente, los vecinos comienzan a esparcir rumores sobre él, puesto que luce peligroso y aterrador como un criminal.
Sin embargo, _____ descubre q...
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—Bon dia, Marco —_____ saludó al rubio que, en vez de estar dentro del cementerio como de costumbre, parecía que estaba esperándola en la puerta de entrada. Tenía el rostro consternado, pero cambió a esbozar una sonrisa cuando vio a _____.
—Bon dia —se acercó a ella con prisa—. Me sabe mal pedirte esto, pero no podré venir al cementerio durante unos largos meses... ¿Te importaría cuidar de la tumba de Ace? —sacó su billetera y le entregó varios billetes de 5.000 pesetas. Demasiados billetes. _____ se sorprendió.
—Marco, no es necesario que me pagues, ¡y esto es demasiado! —le intentó devolver el dinero, pero Marco lo rechazó con la mano.
—Esto significa mucho para mí, más que un montón de papel de color, ¿de acuerdo? —la intentó calmar, y _____ tuvo que aceptarlos a regañadientes.
¿De dónde habría sacado Marco tanto dinero? Ahora que se paraba a pensar, no sabía cuál era su trabajo, pero debía ser uno bastante bueno si ganaba esa cantidad.
—En fin... No lo gastaré todo, te lo devolveré —le advirtió con una mirada seria, y el hombre rio—. ¿A dónde vas? —se atrevió a preguntar por curiosidad. Marco se tensó.
—Cosas del trabajo... Siento no poder darte más información —sonrió débilmente—. No es que no confíe en ti, pero... no quiero meterte en líos, eso es todo —_____ estaba confusa ante sus misteriosas palabras—. Hablando de meterte en líos, hazme un favor y no te juntes mucho con ese nuevo vecino —le advirtió, y la joven pudo notar el asco con el que escupía esas palabras. ¿Se conocían?
—¿Por- ? —iba a preguntar, pero Marco miró su reloj de muñeca y la interrumpió.
—Perdona, _____, tengo que irme —le dio dos besos rápidos en las mejillas, se abrochó la chaqueta y marchó—. ¡Cuídate!
—¡Igualmente! —se despidió a lo lejos.
En todos sus años trabajando ahí, esto era lo más extraño que le había ocurrido.
Y aquello era solo el principio.
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Tras una ardua jornada, _____ volvió a casa. No se molestó en ponerse el pijama todavía, recordando que tendrían que venir los amigos de Killer para ayudarlo en la mudanza.
