Academia Mobile Legends

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- ¡Tiemblen! - A penas se pudo escuchar.

A todos todos presentes se les puso la piel de gallina al sentir una presencia maligna recorrer el lugar. Prontamente sintieron grandes arañazos por todo el cuerpo. La chica agarró al pájaro y se tiró al suelo, esperando que los arañazos acabaran. Cuando acabaron, la banda de chicos se fue corriendo como si hubiesen visto un fantasma.

- ¿Uh? - La chica se levantó sin soltar al ave. - ¿Hay alguien ahí?

La chica sintió como una mano con filosas garras agarraba su cuello y comenzaba a levantarla.

- Agh, por favor no ... me mates - Sintió como comenzaba a apretar su cuello.

- Dame al pájaro - Dijo con una voz temblorosa.

La chica obedeció y soltó al ave de inmediato. De pronto escuchó como escurría sangre cerca de ella y se echó a llorar. Luego la bajó.

- ¿Por qué lo hiciste? - Dijo entre sollozos.

- Ese pájaro tenía una maldición

- ¿M-Maldición? ¿A qué te refieres?

- Conozco bien las maldiciones de esa bruja, Alice

Ella quedó en shock por un momento y comenzó un temblar.

- ¿Conoces a Alice? Ella fue la que hizo esto - Apuntó sus ojos.

- Ahora veo porqué no huías de mí, yo hice un trato con ella del que ahora no puedo escapar

- ¿Como te llamas?

La figura tenebrosa desapareció como el viento. La princesa cuervo se reincorporó y fue a revisar al animal recién fallecido que estaba en el suelo sin parar de sangrar. Lloró por un buen rato y luego se fue a la biblioteca.

[...]

- Oye, ¿qué haces allí sola gritando? - Preguntó Miya.

- No estaba gritando, estaba aullando - Dijo una chica rubia con un parche en el ojo.

- Lo que sea, ¿quieres acompañarme? Te veo muy sola

La rubia aceptó y comenzó a caminar por toda la Academia mientras hablaban de cualquier cosa; la rubia le dijo su nombre y viceversa. Así comenzó una linda amistad.

- Él es Alucard, mi novio, pero no le digas a nadie, ¿entendido?

- U-un gusto - Dijo la rubia algo sonrojada.

- El gusto es mío, ¿cómo te llamas?

- Ruby

- Lindo nombre

La rubia no pudo mirarlo a la cara luego de eso y tuvo que voltearse para que su nueva amiga no tuviera celos.

- ¿Qué pasa, Ruby? - Preguntó Miya

- N-nada, no me pasa nada, ¡m-me tengo que ir!

La rubia comenzó a correr, dejando rápidamente atrás a la pareja que la miraba confundida.

[...]

- ¿Quieres entrenar? -Preguntó Claude mientras salía de la Academia hacia el patio. - Quiero ver lo que haz mejorado - Lo último sonó algo coqueto y burlón.

- Vaya ... ¿quieres ver de verdad? Me he vuelto muy fuerte - Dijo con el mismo tono.

Ambos se rieron a carcajadas y caminaron hacia el campo de entrenamiento. Cuando llegaron, ambos pusieron al número máximo de combatientes de práctica y comenzaron a calentar.