Academia Mobile Legends

»»--→𝟏𝟖←--««

El tirador intentó no intruciar mucho en las dudas para concentrarse en lo tenía que hacer ahora. 

Se encaminó hacia el lugar que le había indicado Angela, sabía bien el camino pues más de una vez lo habían invitado a entrenar con ellos.

[...]

Respiraciones aceleradas por parte de los dos, corazones semi metálicos laten con fuerza y algunas gotas de sudor caen en la dura armadura ensangrientada del asesino. Un último golpe suena, un bloqueo hace que ambos se alejen.

- ¿Cuándo piensas rendirte, Alpha? - Dijo Saber cambiando su posición de pelea.

El combatiente estaba por perder la paciencia y su ira estaba dejandólo irracional. Estaba por atacar nuevamente, teniendo en sus pensamientos los movimientos que haría el contrario mientras planeaba el contraataque definitivo. A punto de lanzarse estaba cuando se dio cuenta de que un rubio los estaba observando.

- Esto todavía no termina, - Se acercó a Saber.- Duan Meng - Y siguió caminando.

Saber abrió los ojos de la sorpresa, ese nombre no lo había escuchado hace mucho tiempo, recordando por un instante quién era antes. Volteó para mirarlo y pedirle una explicación, pero este ya estaba bastante lejos. En eso, vio como Bruno se acercaba a él.

- ¡Hola! ¿Un entrenamiento duro? Te ves mal

Saber alejó sus recuerdos y pensamientos que no dejaban de llegar de pronto e intentó concentrarse en su alrededor.

- Ja, yo no fui quien quedó peor

- Oh, no pude saludar a Alpha, se fue muy rápido

- Sí, no importa, ¿quieres decirme algo? - Preguntó mientras caminaba hacia el camarín.

- Sí, me preguntaba si podría invitar a alguien externo al viaje, sé que no debí decirle a nadie...- Intentó pensar en una excusa.- Es... alguien importante para mí

Si Saber pudiera alzar una ceja, lo habría hecho.

- ¿Importante? ¿Una pareja?

- Sí, exactamente, la quería invitar al viaje 

 Luego continuaron caminando hasta llegar al camarín deportivo, se aproximó a uno de los casilleros y de este sacó un bolso y lo tiró a una de las bancas para luego arreglar un par de cosas y dejarlas en el bolso.

Bruno odiaba mentir, odiaba no poder ser sincero con un buen amigo puesto que su sentido de la justicia estaba por sobre todo, pero lo que más estaba aborreciendo era el estar fingiendo invitar a quien verdaderamente no quería de la menera que estaba diciendo el asesino.

- Bien, supongo que sólo una persona más no hará mucha diferencia - Puso su bolso al hombro y comenzó a caminar hacia la salida.

- Te lo agradezco mucho 

Saber no dijo nada, sólo sonrió ligeramente y desapareció.

[...]

- Me alegra que estés mejor, ya te dieron del alta - Dijo Mathilda

Luego de ser controlado por cualquier cosa que haya sido eso, no recordaba nada desde que abrió los ojos y se dio cuenta que estaba en una camilla de hospital. Ahora veía a Mathilda pero con una ligera sensación de por medio que interrumpía el estar bien, como si fuese miedo, ¿miedo?, ¿miedo a qué? No lo entendía.

- Hola, gracias por decírmelo, pero una enfermera se te adelantó tres minutos - Dijo de forma burlona para alegrar el ambiente y de alguna manera olvidar el miedo.