Capítulo 69

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Todos, incluidos los músicos de la banda de Harry ingresaron a la habitación. Rashida se detuvo en shock y muy sorprendida de ver que el Sr. Casey tenía uno de sus brazos sobre los hombros de Lavell, abrazándolo.

—¡Oh, Harry me alegra tanto saber que despertaste! —lo abrazó Farrah emocionada.

—¡Harry bebé, que bueno es verte mejor mi amor! —se emocionó la Sra. Rashida, luego de darle un beso al chico, colocó un ramo de flores en un jarrón de la habitación.

—¡Gracias a todos por venir, me emociona verlos! —profirió Harry con su hermosa sonrisa.

—No tienes nada que agradecer, aquí estamos todos los que te queremos —dijo Marcus felíz.

—¿Y cómo está Toby? —preguntó Harry curioso.

Rashida sonrió.

—Bueno, él está con su niñera...

—¿Niñera? —dijo Harry más que sorprendido.

—Verás, una vez lo dejamos solo y destrozó una parte de nuestro sofá, para venir aquí le hemos puesto una niñera, nunca más lo hemos dejado solo —explicó James.

Todos rieron.

—Mi Toby es muy travieso, no le gusta estar solo, lo extraño mucho, y dime ¿cómo está Davon? —indagó denuevo Harry.

Rashida le contestó algo apenada.

—Cuando se enteró de lo que te había pasado, se descompuso, ya sabes que él sufre de bajas de presión repentinas, quiso venir aquí, pero el médico en San Francisco le dió reposo, no pudo venir, pero siempre estuvo pendiente de ti, llama todos los días.

—¡Oh, que pena, se descompuso como mi madre...!

Cuando Harry dijo esto, Harold y Rashida cruzaron miradas de preocupación, ambos sabían que eso era mentira y que su madre no fue a visitarlo porque simplemente no le interesaba.

—Si mi amor, tu madre en cuanto pueda te visitará —dijo Rashida y luego quiso cambiar de tema radicalmente—. Pero bueno, díganme que pasa aquí, ¿por qué Harold abraza a Lavell?

—Pues, no lo sé —bromeó Harry—. Lavell explícale porque mi padre te abraza.

El ojiverde se sonrojó y sonrió.

—Bueno... Es que el Sr. Casey me ha dado su bendición para estar con Harry.

Todos se miraron boquiabiertos, pero felices ante esa noticia.

—¡Oh por Dios! ¿Eso es verdad? —preguntó Farrah sin poder creerlo.

—Así es Farrah, le he entregado la mano de mi hijo, solo quiero que ambos sean felices y pues si Harry es felíz así, yo también lo seré.

—¡Gracias Jesús... Gracias! —dijo Marcus elevando una mano al cielo.

—¡Esa es una fantástica noticia! —exclamó Rashida—. Pusiste la felicidad de tu hijo antes que la tuya, es un acto de amor muy grande.

—Rashida, así yo también me siento felíz y en paz de que mi hijo estará con un buen hombre para él, así que todos seremos felices —aclaró el señor Casey.

Al instante ingresó el médico a la sala y les dió una muy buena noticia, en unos días el joven Harry sería dado de alta.

Todos se alegraron, lo que más quería el chico era volver a bailar y ya estaba todo dado para que el joven volviera a trabajar con su padre.

Pero el Sr. Casey sabía que muchos problemas se avecinaban con su esposa, ella jamás estaría de acuerdo con algo así, pero el amaba más a su hijo que cualquier otra cosa.

Disco Studio (LGBT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora