Disco Studio (LGBT)

Capítulo 85 - final- parte 1

Todos caminaban admirando la gran ciudad. Harry se sorprendió de ver a varias parejas homosexuales tomados de la mano, era una ciudad libre y eso le encantaba.

—¡Hola Davon! —lo saludó un joven con cuerpo bien formado y vestido de cuero, quien se cruzó con ellos.

—¡Hola Carl, nos vemos! —saludó animado.

Un grupo de cuatro jóvenes que vestían pantalones de Jean muy cortos y tops también saludaron a Davon, todos se movilizaban en patines, uno de ellos, un rubio de ojos muy claros cruzó su mirada con Harry, el joven se distrajo mirando tanto a Harry que chocó a su compañero de enfrente y casi caía al piso.

Harry sonrió tímido.

—¿Lo ves Harry? Ya haz flechado a uno y esto es sólo el principio —rio Davon.

—No es así, solo nos miramos. —sonrió sintiendo vergüenza.

Llegaron hasta un hermoso parque, desde allí podían contemplar el Golden Gate en todo su esplendor.

—No puedo creerlo, me siento en otro mundo —decía Farrah super contenta.

—Lo es, esta ciudad es lo mejor —le dijo Davon.

Todos se sentaron sobre el césped. James encendió su estéreo. Colocó un cassette y comenzó a sonar la canción de Bee Gees, "how deep is your love".Todos suspiraron relajados.

Harry agachó su mirada, sintió que su corazón se rompió aún más, esa canción le dolía demasiado. Sus ojos se llenaron de lágrimas.

—James por favor, saca esa canción —le dijo Harry a punto de llorar.

—Pero ¿por qué? Solo es una canción —le contestó el chico.

—Por favor James, no puedo oírla, me recuerda mucho a Lavell, corta la música ya mismo —le rogó.

El chico cortó la música del cassette y se hizo un silencio absoluto, solo se oía el sonido del hermoso ambiente.

—Que lástima, me gustaba mucho esa canción.

Dijo una voz detrás de ellos.

Harry se quedó inmóvil, como si un rayo lo hubiera traspasado, por un momento pensó que se estaba volviendo loco, pero vio que todos sus amigos lo miraron sonrientes. Harry se puso de pie enseguida y volteó, su respiración se entre cortó, y no pudo evitar temblar de emoción.

—Lavell ¿qué...? —dijo sin poder terminar la frase.

Allí ante él, estaba Lavell sonriéndole.Se abalanzó hacia los brazos de su novio y ambos lloraron temblando. Todos los amigos reían mirándose entre ellos.

—¿Pero cómo... estás aquí? —preguntó Harry casi sin poder hablar.

—Harry ¿de verdad pensabas que iba a dejarte ir? te amo demasiado, quiero pasar el resto de mi vida contigo.

Ambos se besaron emocionados.

Las chicas lloraron de emoción y Davon también. Lavell tomó el rostro de su novio con ambas manos y lo miró a los ojos.

—Te amo Harry, eres mi vida entera... —le susurró Lavell.

—También te amo Lavell, eres el amor de mi vida —susurró Harry también mirándolo a los ojos.

No paraban de besarse y abrazarse.

Pero hubo un click en la mente de Harry.

—¡Esperen un segundo! —dijo de repente—. Que alguien me explique todo esto.

—Logré convencerlo —dijo James riendo.

El ojiverde explicó.

—Verás amor, la última vez que nos vimos y discutimos, James me siguió, pero no tuvo que pedírmelo dos veces, cuando volteé para volver contigo, me topé de frente con él y tuvo la idea de darte esta sorpresa.

—Así es —dijo Davon—. Lavell está aquí desde ayer, se quedó en una de las habitaciones de mi departamento.

—Si Davon perdóname, salí de tu departamento tan rápido que rompí el jarrón de la entrada —le dijo el ojiverde.

Harry no podía creerlo.

—¿Entonces fuiste tú, pasaste por detrás mío y todos ustedes lo sabían?

—Si Harry, ya todos sabíamos de esta sorpresa, nos hablamos por teléfono y acordamos mantener el secreto —confesó Farrah.

—Entonces tengo que darles las gracias a todos los quiero mucho.

—Y nosotros a ti Harry —le dijo Marcus.

—Pero Lavell ¿y tu empleo? —le preguntó Harry preocupado.

—Renuncié, me pagaron mi sueldo y con eso viajé hasta aquí, igualmente no te preocupes, me dijeron que las puertas de la empresa siempre estarán abiertas para mí —profirió Lavell sonriendo.

Harry lo abrazó de nuevo, se sentía en un sueño.

—No puedo creer que estemos todos aquí —dijo feliz.

La novia de Marcus habló un tanto vergonzosa.

—Bueno, yo no sólo vine por amor a Marcus, si no que también fue por otra cosa.

—¿Otra cosa? ¿Cual es? —preguntó Harry.

La chica agachó su mirada y se ruborizó.

—Estoy embarazada.

—¡¿Qué?! —exclamaron todos al unísono.

Marcus se quedó inmóvil, no pudo decir palabra alguna. Todos rieron contentos y los felicitaron.

—¡No puede ser, Marcus será padre! —exclamó Harry.

Marcus seguía inmóvil hasta que cayó al piso desmayado. Su novia y Davon se arrodillaron y lo ventilaron con sus manos.