Sailor Moon: Entre el deber y el corazón

Capítulo 22

Capítulo 22

LA LUNA

-"No te preocupes, princesa Serenity, yo os protegeré... os lo prometo... y mi promesa será eterna, pues los dioses nunca rompen sus promesas..." -decía un misterioso muchacho, agachado a la altura de una pequeña niña de cabellos dorados y coletas atadas a dos moños.

-¿Dioses? ¿Eres un dios? –preguntaba una Serenity de ocho años.

-Sí, bomboncita, pero no se lo digáis a nadie... -le contestó el muchacho de largos cabellos negros guiñándole el ojo a la niña –es un secreto... -añadió."

La reina Serenity despertó rápidamente.

-¿Otra vez ese sueño? ¿"Bomboncita?" –se preguntaba la reina -¿Quién será ese caballero que dice ser un dios?

La reina Serenity bajó a la sala real. Allí se encontraba el rey Endymion.

-Ayer cuando llegasteis no te dije nada porque te vi muy cansada... pero debiste haberme avisado de lo que ocurría... -le dijo el rey a Serenity.

-No tuve tiempo...-se excusó ella –nada más saber que Chibiusa había ido a Kinmoku no pensé y fui directamente...

-Fue muy arriesgado y peligroso lo que hicisteis... Chibiusa me contó que destruisteis Kinmoku, para luego volverlo a construir... -decía Endymion. –Pudisteis haber muerto todas...

-Bueno, nada nos pasó... -dijo Serenity –el cristal de plata nos protegió...

-Me alegra saber que estáis todas bien... pero si ocurriese algo parecido o esté nuestra de por medio, me gustaría que me lo dijeras antes de enterarme por terceras personas... -le reclamaba Endymion.

-Está bien... si algo malo volviera a suceder, te avisaría... -le dijo Serenity.

La reina Serenity se retiró y se fue a los jardines de palacio.

-Creo que has sido muy duro con ella... -le dijo Sailor Plutón a Endymion. –Ella solo quería proteger a la gente que ama, como ha hecho siempre...

-Y me parece muy bien, pero debió haberme avisado... todavía soy su esposo y estamos hablando de nuestra hija... creo que merecía saberlo... -decía Endymion molesto.

-No la culpes... ella hizo lo que creyó mejor y lo importante es que la salvó y salvó todo y a todos controlando la situación y saliendo ilesa, como siempre... -la defendía sailor Plutón –además, todas las scouts estaban allí para ayudarla y llevaba el cristal de plata consigo... no la subestimes, sabes que ella es muy poderosa...

La reina Serenity se encontraba en los jardines reales recogiendo flores. Llevaba una flor naranja de cuatro pétalos guardada en su vestido, que le duraba y no moría. Era la flor de Kinmoku que le había regalado Sailor Star Fighter.

-Fighter... te echo de menos... -decía Serenity. –Ojalá estuvieras aquí conmigo...

-No deberías preocuparte, majestad... -apareció a sus espaldas Sailor Galaxia reformada, que había ido a pasar un tiempo a la Luna con las scouts y la reina Serenity. –Sabes que cumplirá su promesa...

-Lo sé... pero ¿cuánto tiempo debo esperar para que eso ocurra?

-Dejad que las cosas fluyan y se den como tengan que darse... yo sé que vos amáis a esa estrella... y esa estrella os ama con locura a vos... pero antes de que podáis estar juntos, debéis pasar por muchas cosas y enfrentaros a todas las adversidades que se os crucen por el camino... sois muy valientes atreviéndoos a amaros aun debiendo cumplir con un destino ya fijado, pero confiad en la fuerza del amor, como siempre habéis hecho, reina Serenity... si vuestro amor es puro y verdadero podrá combatir y será más fuerte que el deber... ya estáis cumpliendo con vuestros deberes, pero algún día ya esos deberes habrán finalizado y en ese momento, podréis encontrar vuestra verdadera felicidad y seguir a vuestro corazón... solo sed pacientes... y el amor triunfará... ya lo veréis, majestad...