Sailor Moon: Entre el deber y el corazón

Capítulo 30

Capítulo 30

-Me alegra que me hayas dejado acompañarte a casa, bombón... -le decía Seiya a Usagi. –Así que vives en la casa del señor Tanaka... 

Usagi asintió.

-¿Y es verdad que no recuerdas nada de tu vida? –le preguntaba Seiya mientras caminaban.

-A decir verdad... a veces me vienen algunas imágenes pero... son muy breves y confusas, no consigo descifrar ni ver bien, la mayoría de veces se ven distorsionadas y se desvanecen enseguida... -le explicaba Usagi.

-Bueno, no te preocupes, bombón, estoy seguro de que recuperarás tu memoria... ¡yo te ayudaré! –dijo Seiya.

-Seiya... ¿tú y yo nos conocemos de antes y yo no lo recuerdo? –preguntó Usagi ya que Seiya siempre se había mostrado con ella con demasiada confianza. –"Porque me sabría mal conocerte y no acordarme de ti":.. -pensó

A Seiya le impactó esa pregunta, y aunque deseaba con todas sus fuerzas contarle la verdad, decidió no forzarla a ella ni a la situación y esperar. No podía contarle toda su vida de golpe, era mejor que lo fuese recordando ella sola poco a poco. Él era paciente y sabría esperar.

-¿Por qué me preguntas eso, bombón? –le devolvió la pregunta Seiya.

-Bueno, te parecerá una locura pero... es que a veces, siento que he oído tu voz antes... incluso cuando hablamos... la forma de tratarme tan peculiar que tienes... es como si ya... -explicaba Usagi. –Dime... ¿nos hemos visto antes?

-¿Te resulto familiar entonces, bombón? –le preguntó Seiya esperanzador de que Usagi pudiera recordarle.

-¿Crees que estoy loca? –preguntó Usagi.

-No, bombón, para nada, no pienso que estés loca... -respondió Seiya -tal vez sea porque soy un cantante muy reconocido y famoso... por eso hayas oído mi voz antes... ¿no crees? -le explicó para no obligarla a recordarle.

-Tal vez... -respondió ella como desilusionada, pero seguía sin saber si había conocido a Seiya en el pasado.

Al final, llegaron a casa del Señor Tanaka caminando. Tampoco estaba muy lejos del restaurante, pero la familia Tanaka siempre iba en limusina a todas partes aunque el lugar al que fueran estuviera relativamente cerca.

-Y ¿aquí es donde vive el señor Tanaka? –preguntó Seiya -¡Menuda mansión! Has tenido suerte de que te ofreciera su casa y un trabajo...

-Lo cierto es que les estoy muy agradecida... -dijo Usagi.

-"Me alegro de que no te haya ocurrido nada malo, bombón" –pensaba Seiya para sus adentros –"bueno, a parte del hecho de que no recuerdes quién eres ni nada de tu vida..." –Bueno, es hora de despedirnos... -dijo Seiya dejándola justo en la puerta de la casa de los Tanaka.

Seiya quería y deseaba besarla, pero no sabía si eso ahuyentaría a Usagi y decidió finalmente no hacerlo aunque se muriera de ganas.

Así que solamente le dijo: -¡Adiós, bomboncito! Qué pases buena noche y sueñes conmigo... porque yo lo haré contigo... -le dijo marchándose como siempre descaradamente.

Usagi negó con la cabeza pero esta vez sonrió ante las palabras de Seiya.

-¡Seiya, espera! –lo llamó.

Seiya se giró para ver qué quería.

-¿Vendrás mañana por la noche al restaurante? –le preguntó sonriéndole Usagi.