Capítulo 24

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Capítulo 24

Habían pasado ya tres días desde la desaparición de Caos. La reina Serenity no había despertado aún y estaba dormida desde entonces. Hasta que al fin abrió sus preciosos ojos azules para encontrase con Fighter sentada en una silla al lado de su cama dormida.

Serenity sonrió al verla y le agarró la mano, provocando que esta se despertara.

-¡Bombón! –exclamó Fighter al verla al fin despierta.

-Fighter... ¿qué ha ocurrido con Caos? –preguntaba preocupada –no recuerdo nada...

-Bombón, llevas durmiendo desde hace tres días...

-¡¿Tres días?! –preguntó la reina -¿Cómo he podido dormir tanto?

-Te transformaste en Sailor Cosmos... -le explicaba -¿No lo recuerdas?

-Por supuesto que... no... -decía Serenity intenta recordar. -¿Y... qué pasó con Caos?

-Simplemente la hiciste desaparecer y Sailor Galaxia volvió a ser la misma... -le contestó Fighter.

-No logro acordarme de nada... -decía la reina sintiendo un fuerte dolor de cabeza. -¿Y tú...? ¿has estado aquí conmigo estos tres días? –le preguntó.

-No me he movido de aquí ni por un segundo... -le respondió Fighter –estaba muy preocupada por ti...

-Fighter estarás agotada... tú deberías descansar y no yo... yo ya estoy bien... -decía Serenity.

-Bombón, todavía no has recuperado toda tu energía... así que no te muevas de aquí... -le decía Fighter –yo voy a avisar a todos para que no se preocupen...

-¿Chibiusa...?

-No te preocupes, tu hija está bien... Cuando el Sailor Quartetto se enteró de la llegada de Caos, la ocultaron en palacio y Sailor Caos nunca llegó a encontrarla... -le explicaba. –Ahora vuelvo... -dijo saliendo de la habitación de la reina.

Serenity se esforzaba en recordar lo que había sucedido, pero no obtuvo ningún éxito.

-Ay, ¿por qué no recuerdo nada? –se preguntaba ella misma.


Los días pasaron y todo había vuelto otra vez a la normalidad. Pero también eran conscientes y sabían que el Caos no había muerto, solo había vuelto a esconder y ocultarse. Y, desgraciadamente, sabían que nunca moriría. Pues no podía existir una vida sin oscuridad, al igual que tampoco podía existir sin luz.

Sailor Star Fighter, Sailor Star Healer y Sailor Star Maker se habían vuelto a instalar en la Luna. Todos estaban esperando que pasaran los años para que la princesa Chibiusa llegara al trono y se convirtiera en la reina de la Luna.

El tiempo transcurrió deprisa y ya habían pasado seis años más. Chibiusa había cumplido sus dieciséis años y tenía una relación ya formal con su adorado, Pegaso, Helios. Pero nadie más envejecía en la Luna, por tanto, todos los habitantes de la Luna continuaban con sus jóvenes y bellas apariencias, como si para ellos no existiera el tiempo. La única que debía crecer era la princesa y decidir hasta qué edad quería detener su crecimiento y envejecimiento, que era lo que habían hecho sus padres y todos los demás ahí. Pues así funcionaban las cosas en el Tokio de Cristal. La gente de allí podían tener 1500 años y aparentar solo unos veintidós.

Y es en este decimosexto cumpleaños de la princesa que se dio nuevos sucesos inimaginables.

Sailor Star Fighter y las otras dos Starlights se habían vuelto más poderosas, si es que eso era posible. Fighter deseaba y anhelaba ansiosamente secuestrar a la reina y llevársela lejos de ahí y con mucha más razón ahora que su hija ya había crecido.

Sailor Moon: Entre el deber y el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora