Capítulo 35

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Capítulo 35

MUNDO DE LAS PESADILLAS

Érebo y Nix atacaban a la vez a Seiya. Él esquivaba cada ataque y cada golpe que le iban dirigidos.

-Esto no es justo... ¡son dos contra uno! –exclamó Yaten.

-Claro que no, ¡vamos! –lo siguió Taiki.

Los otros dos dioses, Taiki y Yaten, fueron a ayudar a su amigo. Estos fueron a abalanzarse contra Nix.

¡Malditos, dioses! –maldijo Nix.

Yaten y Taiki unieron sus ataques contra la Titán de la Noche.

Taiki se puso en guardia y provocó su ataque de "Los vientos del espacio sideral", el cual también era utilizado para bajar las defensas del enemigo, mientras Yaten corría hacia Nix. Nix iba a atacarle pero Yaten desapareció y apareció detrás de esta, dado que al igual que Seiya, habían ganado velocidad gracias a sus poderes de dioses.

Yaten iba a atacar a Nix por detrás, cuando se oyó: "Cadena de amor de Venus". 

Sailor Venus había agarrado a la titán con su cadena por el cuello y le guiñó un ojo a Yaten

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Sailor Venus había agarrado a la titán con su cadena por el cuello y le guiñó un ojo a Yaten.

-¿Qué haces, zorra? –le preguntó Nix a Venus.

Yaten aprovechó la distracción que utilizó Venus para atacar a La Noche con su "Brillo mágico de las estrellas" Y así, el brillo de su ataque cegó a Nix, haciendo que perdiera visión y a la vez, un rayo estelar le cruzó a través del pecho.

Nix estaba gravemente herida. Parecía que la luz había vencido a la oscuridad de la noche.

-¡Nix, hermana! –exclamó Érebo viendo a su hermana en el suelo.

Hecho que aprovechó Seiya para crear sus ataques con estrellas (semejantes a las de los ninjas) y lanzársela a Érebo al cuello, cortándole la cabeza a este.

Hecho que aprovechó Seiya para crear sus ataques con estrellas  (semejantes a las de los ninjas) y lanzársela a Érebo al cuello, cortándole la cabeza a este

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La cabeza de Érebo salió precipitada por los aires y cayó justamente al lado del cuerpo herido de su hermana y esposa, Nix.

Pero los dos seguían con vida. Pues al ser hijos de Caos, eran inmortales.

Sailor Moon: Entre el deber y el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora